Los 20 días de bloqueo de Evo Morales y sus afines, que se focalizan en Cochabamba, dejaron a los pequeños, medianos y grandes avicultores pérdidas por más de 100 millones de bolivianos. El sector califica de "criminal" la esta extrema medida de presión, porque pone en riesgo la seguridad alimentaria.
"Más de 100 millones de bolivianos en pérdidas para el sector avícola, ese es el resultado de estos 19 días de bloqueo", informó el presidente de la Asociación Nacional de Avicultores, Omar Castro.
El sector avícola cubre el 60% de la demanda de proteína cárnica nacional, movilizando a diario alrededor de 500 camiones que transportan diversos insumos para las granjas desde diferentes puntos de Bolivia.
Si el bloqueo continúa "hay que dejar en claro que estas granjas terminarán cerrándose, dejando a cientos de familias bolivianas sin trabajo, sin sustento y al resto de la población del país sin los dos alimentos más asequibles para sus familias", advirtió.
En consecuencia, el bloqueo evista pone en riesgo la seguridad alimentaria del país y profundiza la crisis económica, ya que "es una acción criminal con total impunidad que asesta un golpe duro a la avicultura boliviana que en este momento se encuentra agonizando".
Este sábado se cumplen 20 días del bloqueo dispuesto para asegurar la candidatura de Morales y la anulación de los proceso legales en su contra, entre ellos por mantener una relación con una menor de 15 años en 2015. El viernes empezó un bloqueo que hasta el momento habilitó la ruta entre Cochabamba y el occidente.
"Aves muertas en las carreteras, pequeños, medianos y grandes avicultores vendiendo los pollos y huevos por debajo de sus costos de producción. Aves que están agonizando por falta de alimento en las granjas de Mairana de nuestro departamento y en las de todo el departamento cochabambino", es el panorama provocado por el bloqueo, denunció.
El viernes, Morales propuso a sus seguidores analizar la posibilidad de declarar un cuarto intermedio en el bloqueo de caminos, luego de que policías y militares desbloquearon el puente Parotani y habilitaron la vinculación de Cochabamba con el occidente del país.
Sin embargo, sus seguidores rechazaron su propuesta de declarar un cuarto intermedio en el bloqueo de caminos y ratificaron la continuidad de la extrema medida de presión que este sábado cumple 20 días con pérdidas económicas millonarias y cerca de 100 heridos.
En Bolivia, como en otros países de fuerte tradición católica, la doble identidad que con los años ha ido adquiriendo la fiesta de Todos los Santos o Halloween, según la versión con la que uno se sienta más identificado o menos indiferente, llega acompañada de una polémica sobre la que vale la pena reflexionar.
RUDDY ORELLANA V.
Identidad cultural es la reunión de distintivos propios de una sociedad que, a través de manifestaciones, complejas y variadas, permiten a sus individuos identificarse como miembros de ese colectivo. Simultáneamente, también está presente la diferenciación de otros grupos culturales que, sin duda, forman parte de un todo.
Identidad cultural es la reunión de distintivos propios de una sociedad que, a través de manifestaciones, complejas y variadas, permiten a sus individuos identificarse como miembros de ese colectivo. Simultáneamente, también está presente la diferenciación de otros grupos culturales que, sin duda, forman parte de un todo.
EMILIO MARTÍNEZ CARDONA
Además de constituir una grave confesión de parte, las declaraciones del exministro de la presidencia de Evo Morales, Juan Ramón Quintana, definiendo a los bloqueos que impulsa su sector político como “rituales que exigen sangre”, parecen confirmar lo comentado en una nota de marzo de este año, donde citábamos la “teología del crimen organizado” de la que habla el antropólogo mexicano Claudio Lomnitz.
Además de constituir una grave confesión de parte, las declaraciones del exministro de la presidencia de Evo Morales, Juan Ramón Quintana, definiendo a los bloqueos que impulsa su sector político como “rituales que exigen sangre”, parecen confirmar lo comentado en una nota de marzo de este año, donde citábamos la “teología del crimen organizado” de la que habla el antropólogo mexicano Claudio Lomnitz.
El pasado 16 de octubre, las salas Constitucionales de Beni y Pando, compuestas cada una por dos individuos desconocidos y designados discrecionalmente, emitieron resoluciones que ordenaban paralizar el proceso de elecciones judiciales previsto en la Constitución, sustentado por una ley, validado por el Órgano Electoral y antecedido por una preselección realizada en la Asamblea Legislativa.
El pasado 16 de octubre, las salas Constitucionales de Beni y Pando, compuestas cada una por dos individuos desconocidos y designados discrecionalmente, emitieron resoluciones que ordenaban paralizar el proceso de elecciones judiciales previsto en la Constitución, sustentado por una ley, validado por el Órgano Electoral y antecedido por una preselección realizada en la Asamblea Legislativa.
La economía boliviana atraviesa una crisis que refleja las consecuencias de decisiones gubernamentales mal planteadas. El déficit fiscal, la inflación en la canasta básica, la escasez de combustibles y de dólares son síntomas de un modelo económico que prioriza el control estatal y el gasto público desmedido, sin preocuparse por la sostenibilidad a largo plazo. Pero, como bien se dice: lo que inicia mal, termina mal. Y este final está impactando directamente en los bolsillos de los bolivianos.
La economía boliviana atraviesa una crisis que refleja las consecuencias de decisiones gubernamentales mal planteadas. El déficit fiscal, la inflación en la canasta básica, la escasez de combustibles y de dólares son síntomas de un modelo económico que prioriza el control estatal y el gasto público desmedido, sin preocuparse por la sostenibilidad a largo plazo. Pero, como bien se dice: lo que inicia mal, termina mal. Y este final está impactando directamente en los bolsillos de los bolivianos.