El romero, usado principalmente como condimento para carnes, pescados y algunas verduras, tiene también propiedades que ayudan al sistema digestivo y también a problemas en la piel y en la boca.
Es utilizado desde épocas antiguas como condimento y con fines medicinales gracias a sus múltiples propiedades.
Tiene un sabor fuerte con aromas de alcanfor, pino, nuez moscada y lavanda. En el ámbito gastronómico, suele combinar bien con otras plantas aromáticas como el tomillo o el laurel. Es un condimento que potencia el sabor de los alimentos, por lo que es utilizado en guisos tradicionales de carnes, pescado poco grasos y algunas verduras, también en adobos o en la preparación de encurtidos. Los principios activos se concentran en las hojas y, a veces, en las flores.
Esta planta fue utilizada como una planta mágica para combatir la brujería, el mal de ojo o quitar la envidia, así como también para purificar el ambiente de enfermedades como la peste negra. También se usaba en las bodas de la antigua Roma y Grecia para simbolizar el amor y la felicidad de la pareja, considerándola una hierba sagrada.
Propiedades
La actividad principal del romero está íntimamente vinculada al sistema digestivo por estimular y favorecer las secreciones y la producción de jugos gastrointestinales. También sorprende en otros efectos no tan vinculados.
- Efecto carminativo: favorece la disminución de la generación de gases en el tubo digestivo y con ello disminuyen las flatulencias y cólicos.
- Facilita la expulsión de la bilis retenida en la vesícula biliar.
- Efecto diurético como la cola de caballo, antiinflamatorio, antiulcerogénico y antioxidante.
- Efecto antibactericida, antiséptico, fungicida y balsámico.
- Efecto rubefaciente y cicatrizante aumenta el flujo de sangre en la zona localizada aliviando dolores de afecciones osteomusculares.
Además, el romero está especialmente indicado en los siguientes casos:
- Dispepsias y síntomas asociados: aerofagia, sensación de plenitud gástrica, flatulencias, espasmos abdominales.
- Anorexia.
- Afecciones osteomusculares dolorosas: artritis y artralgias.
- Afectaciones biliares: dispepsia biliar, litiasis biliar o colelitiasis.
- Dismenorrea.
- Cefaleas.
- Afecciones bucofaríngeas: faringitis y estomatitis.
- Afecciones dérmicas: dermatitis o lesiones cutáneas.
¿Cómo usarlo?
El romero se puede administrar internamente o de manera externa. La fracción que se aprovecha son las sumidades floridas y las hojas, con ellas se pueden hacer diferentes remedios destinados a ayudar o aliviar diversos problemas. También en el mercado se pueden encontrar presentaciones ya formuladas y destinadas a un tratamiento específico.
Uso interno del romero
Destinados a facilitar la digestión, flatulencias y mejora de la función biliar.
-Infusión es la forma más tradicional. Mezclar de 2-4 g de hojas secas en 150 ml de agua hirviendo. Infusionar de 10-15 minutos y filtrar. Tomar de dos a tres (tazas) al día, preferiblemente después de las comidas principales.-Las cápsulas son de hojas pulverizadas concentradas en diferentes dosis.
- Extracto fluido: 30 gotas, tres veces al día.
-Esencia 3-4 gotas, tres veces al día diluido en líquido.
Uso externo del romero
Destinados para cicatrizar heridas, antisépticos y analgésicos en dolores osteoarticulares y musculares.
-El aceite esencial se puede aplicar mediante un suave masaje sobre la zona afectada directamente o bien a través de un vehículo como aceite de oliva.
-Baños de romero usados como antisépticos y antiinflamatorios. Hervir 50 g de hoja de romero en 1 litro de agua, dejar reposar 30 minutos, colando y añadiéndolo a la bañera.
-Alcohol mezclar 5 g de esencia de romero con 95 g de etanol 96º.
- Cocción se prepara con 30-40 g de hojas secas por litro de agua, dejar hervir durante 10 minutos y filtrar. Se puede aplicar en forma de compresas o fomentos sobre heridas o zonas doloridas por reumatismo o en fricciones sobre el cuero cabelludo.