¿Conocen la metáfora de la ranita que delicadamente la ponen dentro de una olla con agua tibia y a fuego lento? Para los que no saben de qué hablo, les cuento que la historia relata que, si colocas una rana en una olla de agua tibia y calientas el agua gradualmente, la rana no percibirá el peligro y se quedará cómoda y disfrutando de esa sensación insuperable hasta que sea demasiado tarde, pues poco a poco irá perdiendo las fuerzas, se sentirá exhausta como para poder saltar y finalmente muera hervida. convirtiendo el agua en un caldo claramente incomible para todos.
Esta metáfora es utilizada para ilustrar cómo las personas pueden volverse complacientes o insensibles a los cambios pequeños y graduales en su entorno, cambios que eventualmente puede llevarlos a situaciones peligrosas. La lección que extraigo es la advertencia sobre la importancia de estar atentos y reaccionar a esos cambios aparentemente insignificantes al principio y así evitar consecuencias terribles a largo plazo.
Podemos aplicar la enseñanza a temas diversos como el cambio climático, fíjense cómo gradualmente hemos pasado de calores a fríos extremos. Relaciones tóxicas, donde uno de los dos va tomando poco a poco el control de la vida del otro hasta que cuando lo advierte el controlado, ya no resulta fácil salir de donde está. Otro ejemplo, dentro del entorno laboral, donde se consensua trabajar horario continuo y al final es continuado porque nadie puso el límite en el momento. Y vámonos con un ejemplo en el campo financiero donde una persona comienza a usar su tarjeta de crédito para pequeñas compras, pensando que las pagará más adelante. Gradualmente, las deudas se acumulan y los intereses aumentan, llevando a una situación financiera insostenible.
Entornos climáticos, laborales, personales y financieros han sido citados para que cada uno de nosotros veamos la seriedad y veracidad en la enseñanza de esta metáfora, realmente aplicable a cualquier contexto. Política y económicamente hablando, ¿Cuántos cambios graduales existen y la gente no reacciona? Legal y socialmente ¡Uy! Hagan memoria de lo que significaba el respeto hace 20 años atrás a lo que significa ahora; hoy determinados grupos exigen respeto irrespetándonos y prácticamente nos hemos habituado a formas y estilos.
Pero, de todos los ejemplos mencionados el que verdaderamente me asombró es el que se dio en un contexto religioso donde la ceremonia era ofrecida para un difunto, en esos espacios, se espera que el líder religioso ofrezca consuelo, esperanza y reflexiones espirituales que fortalezcan a los presentes y ayuden a encontrar paz en momentos de dolor.
Sin embargo, la expectativa de la solemnidad se vio desbaratada por conductas inapropiadas, comportamiento irrespetuoso, discurso trivial y chistes obscenos; careciendo absolutamente de empatía, respeto y responsabilidad. No obstante, la reacción de los asistentes – sin contar unos pocos que mostraban incomodidad – fue de sonrisas y beneplácito por lo escuchado, sin darse cuenta de lo irreverente que era el individuo en un momento que debería ser solemne y de reflexión profunda. Increíblemente la gente no consideraba la seriedad del caso y ante eso, me preguntaba ¿A qué temperatura estaremos hirviendo en este momento? Arribé a la conclusión que para algunos inconscientes el agua estaba tibiamente agradable, para otros más tolerantes la temperatura les empezaba a incomodar pero ya perdiendo las fuerzas para saltar. Pocos, muy pocos saltaron a tiempo y la mayoría terminó convirtiéndose en sopa de sapo por llamar de alguna manera a la conformidad, no me importismo y falta de criterio.