Una vez más llega San Juan y una vez más escribimos este editorial que debería estar sobra, pero si las recomendaciones son las mismas de todos los años es porque aún existe gente que, pese a las exhortaciones, recomendaciones, vigilancia y sanciones, continúa acudiendo al fuego como recurso de diversión para esta fecha.
Por tanto, una vez más y a riesgo de parecer repetitivos (es que lo son también las acciones), instamos a la población a no encender fogatas y buscar otras formas de celebrar la fiesta.
Ya hemos repetido hasta el cansancio el grado de contaminación del aire durante estas fechas, pero, como quiera que se tratan de costumbres, hondamente arraigadas, remarcamos los datos: cada año, la contaminación a causa de las fogatas, el uso de fuegos artificiales y los incendios producidos la noche de San Juan elevan hasta 73,1 microgramos por metro cúbico, indicador que supera los 50 recomendados como límite máximo por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En años anteriores, la Red Monica registró incluso niveles que iban a 150 y hasta a 200 microgramos por metro cúbico, como el año 2019.
Además, existe una relación muy fuerte entre los niveles de contaminación y las enfermedades respiratorias.
La OMS señala que la compleja mezcla de partículas sólidas y líquidas de sustancias orgánicas e inorgánicas suspendidas en el aire (PM10) puede penetrar y alojarse en los pulmones. Las personas que viven en ciudades con altos niveles de contaminación son las más afectadas. Se estima que en Cochabamba la cantidad de muertes al año a causa de la contaminación oscila entre 150 y 200.
En la actualidad (primeras semanas de junio), las concentraciones de contaminantes oscilan entre 80 y 90 microgramos por metro cúbico de material particulado. Sin embargo, la misma Red Monica alerta que la calidad del aire que actualmente se la califica como “mala” pasará a la categoría de “muy mala” tras las fiestas de San Juan.
La Red recomienda a la población, especialmente a los grupos de riesgo, como embarazadas, niños, ancianos y personas con enfermedades respiratorias, evitar ambientes abiertos por lo menos hasta después de las 10:00 de este lunes y utilizar barbijo para evitar complicaciones.
A las autoridades municipales y de la Policía Boliviana (en especial Bomberos), no queda más que felicitarles por su labor y pedirles que persistan con las medidas y sanciones para reducir las fogatas al mínimo posible.
Y a la población exhortamos una vez más a buscar formas alternativas de pasar la fiesta, no todo tiene que ser con fuego, no todo debe ser pirotecnia. Pensemos también en la salud de nuestra población, en la visibilidad del aire y en el cuidado ecológico de nuestro medio ambiente.