Después de varios meses de zozobra, la Policía Boliviana, en coordinación con el Viceministerio de Régimen Interior, ejecutó el pasado viernes un operativo en el municipio de Entre Ríos y sus alrededores para desarticular una banda de secuestradores.
Los secuestros en esta región se han incrementado: solo en 2023 se reportaron oficialmente 13 casos relacionados con el narcotráfico, ya que las víctimas tenían “vínculos laborales” con narcos.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, ordenó el despliegue policial después del rapto y asesinato del ciudadano Guido Anagua, ocurrido el pasado 2 de agosto. Este caso impactó porque en los cinco días que el hombre estaba detenido, fue víctima de torturas inimaginables hasta que murió.
Lo que llama la atención es que en 2023, la Policía ya había desarticulado una banda similar, liderada por una persona identificada como Nabo L., quien actualmente se encuentra tras las rejas. Sin embargo, según la investigación policial, esta organización se rearticuló con un integrante que quedó libre y que operaba en todo el trópico de Cochabamba.
En los allanamientos, la Policía confiscó celulares que la banda utilizaba para contactar a sus víctimas; sin embargo, estos tenían números registrados en Colombia y Brasil. Es necesario continuar con la investigación para determinar si existen vínculos con organizaciones criminales de estos países, donde se sabe que el crimen organizado opera a otro nivel.
La organización seguía de cerca a las personas que manejaban grandes cantidades de dinero, particularmente aquellas vinculadas al narcotráfico, y luego procedía al secuestro para exigir recompensas.
Cabe destacar que anteriormente se habían registrado hechos similares; los familiares de las víctimas llegaban hasta la ciudad de Cochabamba para denunciar los secuestros, argumentando que las autoridades del trópico no actuaban al respecto.
Ante esta situación, en mayo de 2024 se produjo un caso de triple linchamiento de supuestos secuestradores. Los pobladores expresaban estar cansados de la inseguridad y de no poder vivir tranquilos. En ese contexto, el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), Freddy Medinacelli, informó que la comunidad reaccionó indignada contra este grupo de hombres al percatarse de que retenían a una pareja contra su voluntad e incluso los habrían tenido maniatados.
No sería extraño que las personas linchadas tuvieran algún vínculo con la banda desarticulada el viernes. Por esta razón, este megaoperativo fue aplaudido por los habitantes de la región del trópico, aunque existe la necesidad de que esta acción sea constante para que, poco a poco, se perciba la presencia del Estado en todos los rincones del país, sobre todo, en las denominadas “zonas rojas”.