Estamos ingresando a un espacio complicado y provocador donde se confrontan las emergencias cotidianas con la agenda del futuro. Ambas categorías son imprescindibles de enfrentar, sin embargo, debemos hacer un esfuerzo para establecer equilibrios y que la urgencia no termine venciendo a la esperanza.
¿En un vuelo comercial de BoA pasa desapercibida media tonelada de cocaína? ¡Difícil de creer y cuánto daño nos hace!
Es que a los pasajeros comunes nos revisan hasta las orejas; son innumerables las anécdotas que podemos sumar, las mías y las suyas. Aquella vez que al pasar sonó el detector de metales y le obligaron a quitarse la ropa, la vez que su equipaje fue retenido hasta nuevo aviso, la vez que lo revisaron porque se le olvidó quitar las tijeras de su bolso, cuando le decomisaron aquellos recuerdos que traía de su viaje internacional, cuando su libro importado llegó todo abollado por los controles de rutina y así sucesivamente.
Entonces, cuesta creer que con tantísimo control, los narcos hayan tenido la capacidad de poner en un avión de una compañía estatal 478 kilos de cocaína, si de por medio —como lo señalan los expertos—está personal de Aduana, de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico (Felcn), de Navegación Aérea, Aeropuertos Bolivianos (Naabol), de Boliviana de Aviación (BoA), los controles estrictos para ciudadanos y equipajes comunes de Aircop, las cámaras de vigilancia que tienen todo el aeropuerto cubierto, el sistema de escáneres y control con perros de olfato experto (cuando se identifica una carga o pasajero sospechoso).
Repito “ciudadanos comunes”, pues a nosotros (nuestro equipaje y encomiendas) nos someten a estos controles, dejando la impresión de que existen “ciudadanos privilegiados” que pueden trasladar o enviar casi media tonelada de cocaína desde Bolivia sin ser identificados oportunamente.
Con este hallazgo en el aeropuerto de Barajas (Madrid, España), se deteriora también la credibilidad internacional que tenemos solo por ser de Bolivia. ¿Se acuerda la vez que lo bajaron del avión para hacerle un control antinarcóticos aleatorio?, y resulta que en cada control solo bajaba usted. Es que lo aleatorio ya se pone en duda cuando siempre son los bolivianos los pasajeros examinados.
Se agrava nuestra credibilidad como país, pues según los reportes de prensa internacional este operativo fue un trabajo que se hizo en Europa sin dar parte al Gobierno de Bolivia, según informan “porque la Policía Boliviana está penetrada por los narcos”. Ahí estamos de mal en peor no solo por el tráfico de droga develado y la identificación de una gran organización criminal (¡desbaratada al fin!), sino por sus nefastas implicancias con el capital social boliviano.
Y para rematar un expresidente de Bolivia afirma en su programa, sin atreverse a realizar una denuncia formal, que vuelos comerciales desde Bolivia llevan droga por toneladas a Europa y Brasil.
Finalmente, la detención sólo de dos personas sin mayores antecedentes de captura de los verdaderos “peces gordos” del narcotráfico, tampoco es una buena señal.