¿Alguna vez escuchó de sirenas en el Lago Titicaca o de teorías que señalan a los extraterrestres como constructores de los templos de Tiwanaku? Bolivia tiene muchos sitios turísticos que se apuntan como espacios donde algo sobrenatural ocurre, desde sirenas, extraterrestres e incluso el hallazgo de una ciudad perdida. La realidad es que estos sitios son visitados por miles de turistas y con seguridad algunos llegan atraídos por las misteriosas historias que encierran.
Sirenas en el Lago Titicaca
El Lago Titicaca, ubicado entre Bolivia y Perú, es un símbolo de belleza natural y patrimonio cultural, situado a una altitud de más de 3.800 metros sobre el nivel del mar, es uno de los lagos más altos y grandes de América del Sur.
Dentro de su esplendor, el Lago Titicaca ha sido testigo de misterios que han perdurado a lo largo del tiempo, capturando la atención y la curiosidad de generaciones enteras. Entre estos enigmas se encuentra la persistente creencia en la presencia de sirenas, seres míticos que, según la tradición local arraigada en las profundidades del lago, emergen en ocasiones misteriosas. A medida que el tiempo avanza, los relatos y testimonios transmitidos de boca en boca por los comunarios han dado vida a esta fascinante leyenda, creando un testimonio que resuena en la imaginación de quienes habitan en sus orillas y de aquellos que viajan a lo largo de sus aguas en busca de secretos por descubrir y maravillas por contemplar. Estas historias no solo sirven para añadir una capa de misterio a la majestuosidad natural del lago, sino que también actúan como un vínculo entre el pasado y el presente, conectando a las personas con las tradiciones ancestrales que han definido la identidad cultural de la región.
Los avistamientos de estos misteriosos seres han sido recurrentes, generando un constante diálogo entre creyentes y escépticos, entre la magia ancestral y la razón contemporánea. En 2013, un informe especial de noticias del canal PAT visibilizó el tema, entrevistando a testigos del lugar que aseguraron haber visto a estos seres mitológicos. Paz Ticona, una pobladora de la Isla del Sol, contó en la entrevista cómo su hermano se volvió loco luego de ver a las sirenas en la zona de Sahuasira: «De ese lugar salieron y ¿vos quién eres? les dijo asustado». Por otro lado, Rita Mendoza explicó: «Si se te aparece, te vas a morir o te vas a volver loco, no hay que caminar en las noches de luna llena. Ellas salen a su hora».
En 2021, turistas y pescadores también confirmaron haber sido testigos de apariciones de sirenas en una entrevista al programa de Telemundo, Al rojo vivo. Nayla Montes, una turista, cuenta cómo ella y sus amigos vieron la cola de una sirena mientras se encontraban en el lago: «Pudieron grabar las escenas de la sirena que era parte de la mitad de la cola». Esta versión es apoyada por los pescadores, quienes aseguran no salir de noche por miedo a que se los lleven a las profundidades.
Además de los avistamientos, se han encontrado supuestos restos de sirenas en el lago. Un pescador asegura haber encontrado un esqueleto mientras pescaba y lo mandó a analizar con un investigador. Asimismo, se encontraron evidencias fósiles de un «sireno» de más de 70 centímetros en Tiwanaku. Sin embargo, es importante señalar que la interpretación de estos hallazgos puede ser compleja y está sujeta a debate. Los científicos pueden argumentar que los restos óseos encontrados por el pescador pertenecen a especies de animales comunes en la región, mientras que los fósiles de Tiwanaku podrían ser interpretados como representaciones artísticas o simbólicas en lugar de pruebas concretas de la existencia de sirenas.
Si bien los testimonios de avistamientos y restos de supuestas sirenas son numerosos y fascinantes, no existen pruebas concluyentes que demuestren la existencia real de estas criaturas mitológicas en las aguas del Lago Titicaca. Aunque los mitos y leyendas sobre sirenas siguen cautivando la imaginación de turistas y pobladores locales, la ciencia aún no ha podido confirmar la presencia de estos seres misteriosos en el lago.
Extraterrestres en Tiwanaku
La ciudad de Tiwanaku está ubicada a 3.850 metros sobre el nivel del mar, es un sitio arqueológico construido en el año 600 después de Cristo y destruido en el año 900, según estudios. Es conocida por la Puerta del Sol, las ruinas de templos, pirámides y piezas de gran valor cultural, sin embargo, una estructura en particular ha generado especulaciones sobre su posible intervención extraterrestre en su construcción: las ruinas de Puma Punku. En el lugar están los bloques metálicos, algunos de hasta 100 toneladas, desafían las explicaciones convencionales debido a su precisión y complejidad, sugiriendo el uso de tecnología avanzada para la época.
«Es el templo más moderno que existe en toda la historia de Tiwanaku porque presenta más de cinco colores de rocas, es como un abanico polícromo fascinante, donde los incas hicieron su templo administrativo en el siglo XV, cuando llegaron a Tiwanaku,» explica el arqueólogo Luis Callisaya.
La composición de las piedras es de arenisca roja y andesita, cada pieza ubicada en un espacio tan perfecto que ni una hoja de papel puede entrar entre las fisuras de las piedras. Los teóricos de los antiguos astronautas de la serie documental «Alienígenas Ancestrales», emitida por History Channel, basándose en evidencias circunstanciales del sitio arqueológico, argumentaron que Puma Punku nunca fue construido por los Tiwanaku, sino por una civilización más avanzada proveniente de otro planeta.
Otra teoría por parte de los arqueólogos e investigadores es que fue construido por una civilización que llegó del otro lado del océano, que construyó el complejo y luego se fue. En noviembre de 2017, los científicos recogieron muestras tomadas en la arenisca roja y la andesita del yacimiento de Puma Punku, para ser analizadas bajo el microscopio electrónico y compararon las piedras de los monumentos con los recursos geológicos locales. Encontraron muchas diferencias. La roca andesita es una piedra volcánica procedente del magma, compuesta principalmente por sílice en forma de feldespato, anfíbol y piroxeno. También descubrieron la presencia de una materia orgánica basada en el carbono, mineral que no existe en una roca volcánica formada a altas temperaturas porque se vaporiza. Por lo tanto, es imposible encontrarla en la roca andesita. La investigación continúa, pero las teorías sobre la construcción de Puma Punku siguen siendo un misterio que desafía la comprensión.
Atlántida perdida en Pampa Aullagas
El municipio de Pampa Aullagas se encuentra en la provincia de Ladislao Cabrera, en el departamento de Oruro. Según el cartógrafo inglés Jim Allen, quien basa sus estudios en el filósofo griego Platón, Pampa Aullagas sería el epicentro de una civilización perdida hace aproximadamente 11.000 años: la Atlántida.
Platón escribió en sus obras «Timaeus» y «Critias» sobre la existencia de un continente con una civilización avanzada, situado en un punto distante del océano Atlántico, opuesto al Peñón de Gibraltar. Este continente, denominado Atlántida, se habría hundido en el mar en un solo día y una noche.
La teoría de Allen sostiene que Pampa Aullagas es la ubicación exacta de la ciudad perdida, ya que la descripción platónica de la Atlántida, una planicie rodeada de montañas y situada por encima del nivel del mar coincide con la geografía de este enclave sudamericano. Según Allen, la capital, construida sobre una isla volcánica, se habría hundido en el mar. Como evidencia, señala las aguas del lago Poopó, ubicado en el borde de la planicie rectangular del altiplano boliviano, donde se encuentran canales circulares concéntricos y manantiales subterráneos de agua fría y caliente.
Salar de Uyuni
El Salar de Uyuni es un destino turístico impresionante y lleno de misterios. Con una superficie de más de 10.000 kilómetros cuadrados, es el mayor desierto de sal del mundo. Su formación se remonta a unos 40.000 años, cuando un lago prehistórico se evaporó, dejando una capa de sal y minerales que se convirtió en la planicie salina.
Entre los misterios que rodean al Salar de Uyuni se encuentran las leyendas y mitos locales. Una de ellas relata que el volcán Tunupa se enamoró de la luna y quiso acercarse a ella; al hacerlo, la luna se asustó y se alejó, lo que hizo que el volcán llorara, formando así los lagos y ríos de la zona que dieron origen al salar. Además, el lugar está rodeado de yardangs, formaciones rocosas únicas moldeadas por el viento y el material volcánico. Asimismo, la formación de los polígonos geométricos en el suelo del salar ha sido un misterio durante años. Un estudio publicado en Physical Review X revela que estos patrones se crean debido a la evaporación de la sal y al efecto espejo que se produce en el verano austral.
Otro punto de interés es la «Puerta del Infierno», una pequeña laguna con aguas termales que se cree tiene propiedades curativas. Según la leyenda, esta laguna es una puerta al infierno donde las almas de los muertos se reúnen antes de partir al más allá.
El Salar de Uyuni desafía la realidad con sus efectos ópticos y paisajes de otro planeta. La isla Incahuasi, con sus cactus de hasta 12 metros de altura y sus cuevas, es un ejemplo de la riqueza natural y cultural del lugar, combinando misticismo y ciencia de una manera única en el mundo. Las características del Salay de Uyuni lo convierten en un destino turístico impresionante, misterioso y fascinante.
Misterios de Samaipata
El Fuerte de Samaipata, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1998, es un sitio arqueológico precolombino y preincaico ubicado en el departamento de Santa Cruz. Con una historia que data del año 300 antes de Cristo, este complejo encierra belleza y misterio. Aunque se sabe poco sobre su construcción, su imponente presencia ha perdurado más de 1.200 años.
Leo Pucher, un arqueólogo que en 1945 dirigió el Museo Arqueológico de San Francisco Xavier de Chuquisaca, escribió sobre las características de la renombrada «Chinkana». Este lugar sigue siendo un enigma hasta hoy. Al dirigirse hacia el sureste, pasando por algunos andenes de construcciones megalíticas, descendiendo hasta una pequeña cañada y luego subiendo una colina para finalmente bajar unas empinadas gradas, se llega a la llamada «La Chinkana». De roca arenisca roja grisácea, donde se perforó un pozo a unos 500 metros de la colina esculpida. Su diámetro superficial varía entre 1.30 y 1.50 metros. El Barón Von Nordenskiöld, quien visitó las ruinas en 1911, limpió la Chinkana hasta el fondo y midió 15 metros exactos de profundidad. Los lugareños, sin embargo, creen que tiene 30 metros. El Barón descubrió que la Chinkana tiene una forma de espiral, similar a la espiral de un caracol, hasta el fondo. Es posible que esta forma represente una serpiente que emerge de la Pachamama, el seno de la madre tierra, como sugieren otros.
Los habitantes del lugar cuentan varias leyendas sobre la Chinkana: algunos dicen que es un sapo que vomita fuego, otros afirman haber visto una gran serpiente llamada Yoporojobobo que guarda los secretos de los incas. Otros creen que es una mina de oro que esconde tesoros fabulosos, o un pozo de agua que atraviesa el cerro. Muchos piensan que es un túnel con ramificaciones subterráneas conectadas con Tiwanaku, la Isla del Sol, Coricancha (Cuzco), entre otros lugares, siendo uno de los numerosos túneles construidos por la civilización tiwanacota y encontrados en muchas ruinas de Bolivia y Perú.