¿Jean? Viste la película “Intensamente”, deberías verla. ¿Ya viste la película “Intensamente”?, te la aconsejo. Todo el mundo la ha visto, ¿aún tú no?, seguro que te va a interesar.
Tres comentarios en dos días hicieron que sin lugar a dudas compre entradas, la verdad, no sé si a mi esposo le interesaba tanto como a mí, pero la cita para ir al cine, con pipocas incluidas, nos trajo añoranza a los dos.
Fuimos…, entramos abrazados, él con un refresco grande y yo con un balde de pipocas enorme. Ya estábamos emocionados sin antes empezar a verla.
Y es que la película de dibujos animados presenta a cinco emociones principales que actúan dentro de la mente de la protagonista Riley, como también lo hacen en nuestras propias vidas. Les cuento:
Una actora era Alegría, representando la felicidad y el optimismo. Es la emoción predominante en la mente de Riley y su función era asegurar que ella sea feliz.
Estaba la Tristeza, personificando la melancolía, aunque inicialmente era vista como una emoción negativa, su papel se convirtió en algo crucial a lo largo de la película.
También actúa el Temor, encarnando el miedo y la búsqueda de seguridad constante. Su función era protegerla de los peligros potenciales, ayudándole a mantenerse a salvo.
El cuarto, uno de los más relevantes era la Ira, figurando la frustración y la indignación. Él solo quería asegurarse de que Riley reciba un trato justo.
Luego apareció otro personaje que simbolizaba la aversión a casi todo, ella pretendía proteger a Riley de las cosas que considera repulsivas o peligrosas, tanto físicamente –como la comida– como socialmente.
Sin embargo, buen tramo de la película nos muestra a la Ansiedad como protagonista, aparentemente buscando seguridad, ya que, al igual que el temor, actuaba como un mecanismo de protección alertando De posibles peligros futuros que podrían dañarla. Cuando Alegría o cualquier otra emoción cuestionaba a Ansiedad por lo que estaba haciendo, ella se justificaba y aseguraba que el preocuparse anticipadamente podría preparar mejor a Riley para enfrentar problemas potenciales. (Si ven la película notarán un parecido enorme con nuestra vida).
A ellas sumamos una emoción que solo aparece dos veces en la película y fue la que a mí me dio la bienvenida al pisar la sala de cine, Añoranza, luciendo como viejita. Esas dos intervenciones fueron muy cortas, solo se la ve abrir una puerta, salir de un cuarto e inmediatamente volver a entrar. Pero, déjenme contarles la función de ella en nosotros, funciones que en la película no se ven de forma explícita: nos conecta con el pasado, nos invita a reflexionar, nos motiva para el cambio y también nos hace valorar el presente. ¡Uy! Como disfrutamos esa cita con mi amado recordando las veces que hacíamos lo mismo tres décadas atrás y, claro, es que ella es una emoción adulta, la desarrollamos a medida que crecemos y reconocemos que la vida pasa.
La mente humana es maravillosa y la forma como Dios dispuso que funcione es asombrosa, cuando apareció Alegría en escena no pude dejar de vincularla con la Biblia cuando dice: “El corazón alegre hermosea el rostro”. acto seguido, presentan a Tristeza e hice el mismo ejercicio: “Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación”. El lánguido Temor, hizo su aparición y pensé: “Por qué no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”. Cuando la Ira hablaba, sin duda recordaba: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo” y, bueno, conforme aparecían las emociones mi mente intensamente funcionaba activando distintas emociones en mi ser y, al mismo tiempo, recordaba que yo debo estar en control de ellas y no viceversa.
Me fui a dormir pensando en el mensaje final: la importancia de los pensamientos, la configuración de la identidad, la toma de decisiones, los valores y las funciones de las emociones… mucho para una sola columna y poco para mostrar la majestuosidad de Dios.