Los habitantes de 29 comunidades del municipio de Arque, situado a más de 100 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, sufren en carne propia la escasez de agua y hacen largas filas sólo para poder llevar un bidón de cinco litros del líquido que les permita cocinar sus alimentos.
“Ya no hay agua. Estoy cansada de subir las colinas cargando bidones. Por favor, ayuda”, es el lamento de María, una mujer de 80 años. Este testimonio fue recogido por la periodista Cristina Cotari y se refleja en un reportaje de Los Tiempos publicado el pasado domingo.
Lo que sucede en Arque es una muestra de la situación que muchas familias atraviesan en diversas partes de este departamento y del país. A principios de año, las autoridades indicaron que las lluvias no fueron suficientes para abastecer los embalses y garantizar el suministro. Ante esta problemática, el Gobierno señaló que los municipios y gobernaciones debían preparar planes de contingencia, ya que según los pronósticos de expertos y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la sequía empeorará en agosto debido al fenómeno de La Niña.
Esta situación podría ser mitigada, aunque no de forma inmediata, mediante la reforestación, pero vamos en dirección opuesta, como lo demuestra lo ocurrido recientemente con los regantes en Linde Norte, quienes talaron sin compasión más de 70 árboles de distintas especies plantados y cuidados por los vecinos del lugar.
En octubre de 2023, la Dirección Departamental de Riego informó que, de 1970 a la fecha, se perforaron al menos 5.200 pozos de agua para consumo y riego en Cochabamba, de los cuales 3.500 estaban en funcionamiento. Estos datos revelaban que las aguas subterráneas eran la principal fuente para obtener recursos hídricos.
No obstante, la situación ha cambiado, ya que la perforación de pozos ya no es una opción efectiva, dado que actualmente el agua se halla a profundidades de 200 metros o más, en comparación con los 60 de antes.
Otra alternativa es la técnica de bombardeo de nubes, medida que se llevó a cabo en tres ocasiones en el valle alto, región también afectada. Esta operación consistió en 42 disparos a 16 nubes con un arsenal de 170 cartuchos de yoduro de plata, y aunque se observaron precipitaciones en áreas específicas, éstas no fueron suficientes.
La crisis hídrica llevó al gobernador Humberto Sánchez a plantear la creación de una ley departamental para el uso eficiente de agua y protección del medioambiente.
La educación ambiental en las escuelas es clave para que, desde niños, aprendamos que los árboles, ríos, pájaros e insectos son esenciales para la vida y la supervivencia. Comencemos por repoblar el territorio afectado por los incendios con árboles y cuidemos con conciencia nuestros bosques.