Podemos, el partido de Pablo Iglesias en España, acaba de pedir consejo a su militancia. En un lapso apretado de apenas 20 horas, unos 49 mil podemitas han autorizado a que su partido vaya a las elecciones de julio en alianza con Sumar. Sólo 3 mil han dicho que lo mejor sería ir solos.
No hay disyuntiva en realidad. Ir con Sumar de Yolanda Díaz o ir solos equivale a morir colgado o envenenado. Da igual.
La portavoz del partido, Ione Belarra, ha dicho que Sumar aceptará cargar con Podemos con dos condiciones básicas: que la esposa de Iglesias, Irené Montero, no sea candidata del frente y que la cuota de representación del partido morado sea sustancialmente marginal. Belarra dijo que con esas exigencias, Podemos podría quedar simplemente fuera de la próxima legislatura.
Así que para Podemos, ir con Sumar es restar hasta quedar en cero.
Si Podemos va solo con Irené Montero y todos sus “indeseables”, sería borrada del mapa.
¿Qué queda por hacer?
La agonía de Podemos es visible. Belarra ha asegurado que buscarán un acuerdo con Sumar, pero sin vetos ni injusticias. ¿Será que lo aceptan?
La pelota está en la cancha de Díaz, quien alguna vez fue seguidora de Iglesias y ahora tiene alas propias y un perfil prestigioso.
En las próximas horas, se decidirá cómo quiere morir esa izquierda a la izquierda del PSOE.