La Alcaldía de Cochabamba recuperó ayer un predio municipal que se encuentra en la OTB Queru Queru Central, al norte de la ciudad. Los vecinos calificaron la intervención como un avasallamiento de su sede.
Según la subalcaldesa de la comuna Adela Zamudio, Bianca Molina, hace tres años se intentó dialogar con los vecinos y dirigentes de la OTB para darle un uso adecuado a la infraestructura que se construyó con recursos económicos del municipio.
“Esta infraestructura es propiedad de todos los cochabambinos. Por ese motivo, a partir de la fecha, la subalcaldía se va a hacer cargo de la administración”, señaló.
La subalcaldesa indicó también que los vecinos podrán seguir utilizando el inmueble para sus reuniones, pero antes tendrán un encuentro con los dirigentes para tratar el tema.
En el edificio se instaló un grupo bomberos voluntarios, luego de un convenio con los dirigentes. Pero los funcionarios de la Alcaldía constataron que existe desorden y deterioro. El vicepresidente de la OTB Queru Queru, Adrián Arteaga, señaló que la intervención de la sede fue forzada, porque se ingresó rompiendo candados. “Nunca se hizo un mal uso del inmueble; esto es un avasallamiento”, acotó.
La Alcaldía procedió a realizar el resguardo.
Mas allá de su impacto mediático, el caso Pelicot —cuyo juicio concluyó ayer en Aviñón, Francia, con sentencias de prisión para los 51 condenados por violación a la esposa de uno de ellos— motiva reflexiones acerca de este tipo de sucesos y la manera como la sociedad los percibe.
Un investigador actual, Kevin Passmore, define al fascismo como “un conjunto de ideologías y prácticas que busca colocar a la nación, definida en términos exclusivos biológicos, culturales y/o históricos, por encima de todas las demás fuentes de lealtad, y crear una comunidad nacional movilizada”.
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EDWIN CACHO HERRERA SALINAS
Octubre es mes de temblores políticos y sociales en Bolivia. La guerra del gas en octubre de 2003 derivó en la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada y su huida a Estados Unidos. El fraude electoral en octubre de 2019 desató una grave crisis política que incluyó la dimisión y fuga de Evo Morales a México y Argentina. Sí. Octubre trae remezones, de esos que hacen que la gente reflexione, asuma, actúe y se rebele.
Octubre es mes de temblores políticos y sociales en Bolivia. La guerra del gas en octubre de 2003 derivó en la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada y su huida a Estados Unidos. El fraude electoral en octubre de 2019 desató una grave crisis política que incluyó la dimisión y fuga de Evo Morales a México y Argentina. Sí. Octubre trae remezones, de esos que hacen que la gente reflexione, asuma, actúe y se rebele.
EMILIO MARTÍNEZ CARDONA
La salida del gabinete del ministro de Justicia, Iván Lima, mostró que existen líneas rojas que no deben cruzarse en la interna del masismo, al menos para los mentores autoritarios internacionales, que siguen viendo a Evo Morales como una ficha de utilidad.
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De ida al colegio, sosteniendo una plantita sembrada en la base de una botella, mi hija de siete años observaba en silencio el paisaje urbano: montañas de basura en aceras y jardineras, focos de incendio en el Tunari y el horizonte sucio por el humo negro del tráiler que teníamos delante. “No es el apocalipsis, Martina, Cochabamba es así en septiembre”, le dije, mirándola por el retrovisor.
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