Opinión

El reciente anuncio del presidente de Bolivia, Luis Arce, de la militarización de las fronteras como estrategia para combatir el contrabando de alimentos, marca un paso decisivo en la lucha por la estabilidad económica y la seguridad alimentaria del país. En un contexto de aumento de precios en productos básicos como el arroz, el azúcar y la carne, la medida busca proteger el mercado interno de las distorsiones provocadas por el contrabando a países vecinos.