Ha sido un efecto cascada. En apenas 36 horas, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha conseguido el respaldo verbal de más de 2.200 delegados de los 3.949 que deben votar la persona que será el próximo candidato del Partido Demócrata a la presidencia de Estados Unidos, según el cálculo que realiza la agencia de noticias Associated Press. Eso significa que Harris ya tiene el 55% de los compromisarios, con lo que es, técnicamente, la candidata. Sólo una enfermedad o un accidente le impedirán alcanzar ese puesto.
Entretanto, una primera encuesta de la empresa Morning Consult ha reducido los puntos de ventaja de Trump de los seis que llevaba a Biden a sólo dos contra Harris. El sondeo, realizado en la tarde del domingo y en la mañana del lunes, revela que el 65% de los demócratas aprueban el reemplazo del presidente por su número dos en la candidatura.
En ese sentido, el salto de la Convención (el llamado convention bump) no parece haberse producido para Trump, pese a que cerró la suya el viernes, mientras que el drama por la decisión de Biden de no continuar en campaña parece haber empujado al alza a la vicepresidenta.
En todo caso, los efectos de las Convenciones son cada vez más pequeños -ya en 2020 apenas se notaron- y lo que tiene que hacer Harris es ahora demostrar que es mejor candidata que Biden en los 106 días que quedan hasta las elecciones.
Kimberly Cheatle dimite a su cargo
La hasta ahora directora del Servicio Secreto estadounidense, Kimberly Cheatle, dimitió ayer tras las críticas suscitadas por los errores en la seguridad del mitin en Butler (Pensilvania) en el que el expresidente Donald Trump (2017-2021) sufrió un intento de asesinato.
