Los servicios de emergencia intensificaron en tierra desde primera hora de ayer la búsqueda de las personas desaparecidas tras las inundaciones, que han causado la muerte de más de 200 personas en España, mientras las labores se van a reforzar con la incorporación de modernas tecnologías.
Diecisiete agencias espaciales y siete distribuidores comerciales de datos van a proporcionar observaciones y análisis adicionales de las zonas siniestradas, y a las labores se va a incorporar el buque de investigación Ramón Margalef, del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC).
Entre sus múltiples instrumentos, el buque oceanográfico cuenta con un ecosonda que permite obtener imágenes detalladas del fondo marino y un robot submarino con brazos articulados y cámaras de alta resolución que pueden contribuir a tareas de búsqueda y rescate en alta mar.
El balance provisional de víctimas mortales a causa del devastador temporal de 211 en la provincia de Valencia (este), a las que se suman cinco en Castilla-La Mancha (centro) —cuatro en Letur (Albacete) y una en Mira (Cuenca)— y una en la comunidad de Andalucía (sur).
El número de personas desaparecidas oficialmente registrados en Valencia es de 89, aunque desde diferentes instituciones y organismos se observa que puede haber casos cuya desaparición todavía no se ha denunciado y también muchos fallecidos aún no identificados.
Los servicios de emergencias continúan con la búsqueda de posibles víctimas y los trabajos de retirada de residuos, enseres y vehículos, los achiques de agua, la revisión de estructuras de edificios, cauces, carreteras y vías férreas, y la restauración de suministros como la luz o el gas.
Con el avance de los trabajos de construcción de su Línea Amarilla, el Tren Metropolitana de Cochabamba está en vías de consolidarse como una opción conveniente para el transporte de pasajeros.
Tuvieron que vencerse muchas peripecias, todas resultantes de la oposición ciudadana, antes de que se defina el trazo de esa línea y se inicie su implementación, aunque con un alcance distinto del que tenía al principio pues no llegará hasta Sacaba.
“El horror, el horror”, susurra moribundo el coronel Kurtz con la mirada detenida en algún punto de la jungla. En su rostro, entre el sudor y la sangre, los labios se mueven apenas y los ojos parpadean lentos, agonizantes. El escenario se tiñe con la luz de la luna, el sacrificio de la vaca, los tambores rituales, el zumbido de las moscas.
“El horror, el horror”, susurra moribundo el coronel Kurtz con la mirada detenida en algún punto de la jungla. En su rostro, entre el sudor y la sangre, los labios se mueven apenas y los ojos parpadean lentos, agonizantes. El escenario se tiñe con la luz de la luna, el sacrificio de la vaca, los tambores rituales, el zumbido de las moscas.
RUDDY ORELLANA V.
La política populista es el arte de poner a buen recaudo lo que le corresponde por derecho al ciudadano, una vez en el poder, esos derechos son suministrados a cuenta gotas, entonces el gobierno se convierte en proveedor y buen tipo que ‘soluciona’, sistemáticamente, las necesidades sociales de acuerdo al temple y decisiones que le plazcan tomar al mandamás.
La política populista es el arte de poner a buen recaudo lo que le corresponde por derecho al ciudadano, una vez en el poder, esos derechos son suministrados a cuenta gotas, entonces el gobierno se convierte en proveedor y buen tipo que ‘soluciona’, sistemáticamente, las necesidades sociales de acuerdo al temple y decisiones que le plazcan tomar al mandamás.
Eso de que Bolivia es un país mendigo sentado en un trono de oro hace referencia a la paradoja de la abundancia: los países ricos en recursos naturales, que incluso pueden tener importantes ingresos financieros, no han logrado establecer las bases para su desarrollo y siguen siendo pobres.
Pareciera que el hecho de poseer cuantiosos recursos naturales es una maldición que condena al país a la pobreza.
Eso de que Bolivia es un país mendigo sentado en un trono de oro hace referencia a la paradoja de la abundancia: los países ricos en recursos naturales, que incluso pueden tener importantes ingresos financieros, no han logrado establecer las bases para su desarrollo y siguen siendo pobres.
Pareciera que el hecho de poseer cuantiosos recursos naturales es una maldición que condena al país a la pobreza.
EDWIN CACHO HERRERA SALINAS
La riada del 19 de febrero de 2002 puso al descubierto cuán vulnerable era La Paz ante la naturaleza. Una inédita y feroz granizada, seguida de una torrencial lluvia, dejó alrededor de 60 muertos y una ciudad colapsada. Era, además, el corolario de años de descuido y de poner el maquillaje por delante de las prioridades.
La riada del 19 de febrero de 2002 puso al descubierto cuán vulnerable era La Paz ante la naturaleza. Una inédita y feroz granizada, seguida de una torrencial lluvia, dejó alrededor de 60 muertos y una ciudad colapsada. Era, además, el corolario de años de descuido y de poner el maquillaje por delante de las prioridades.