El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, aseguró ayer, al inaugurar la “Primera conferencia ministerial para poner fin a la violencia contra la niñez”, que el mundo debe unirse para enfrentar ese problema del cual han sido víctima más de mil millones de niños, niñas y adolescentes.
“Es momento de unir nuestras voces y recursos para proteger a nuestra niñez, nuestras infancias, asegurarles un mundo de paz y justicia social (...) Juntos podemos hacerlo realidad, les invito a que hagamos de esta conferencia, la primera en el mundo, un escenario de compromiso y acción donde garanticemos un entorno de dignidad humana para cada niño y niña”, expresó Murillo.
El Canciller instaló así esta conferencia ministerial en la que participa un centenar de ministros y representantes de todo el mundo para hablar de temas como el acoso escolar, la violencia digital, el castigo corporal, el reclutamiento o los abusos.
En ese sentido, Murillo afirmó que la situación de violencia es “devastadora porque impide a estos niños y niñas vivir en condiciones de normalidad”.
“Trabajamos incansablemente por la paz, por la vida. Proteger la infancia es proteger nuestro presente y futuro (...) Juntos tenemos que decirle al mundo que lo más sagrado es proteger la dignidad de nuestra niñez”, concluyó Murillo.
En la conferencia, que se lleva a cabo hoy y mañana, participan ministros y representantes de los países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ONG internacionales, la sociedad civil, la academia y el sector privado. Es la primera vez que se reúnen tantos países para hablar de este tema.
Los potosinos celebran pasado mañana, domingo 10 de noviembre, la efeméride cívica de su departamento que conmemora en esa fecha la insurrección que hace 214 años protagonizaran sus ancestros contra la corona española para sumarse al movimiento que desde Buenos Aires proclamaba la ruptura de los vínculos que hasta entonces los unían al Virreinato de Lima.
El 24 de febrero, dos años atrás, los tanques rusos emprendieron contra Ucrania.
En ese momento, muy pocos creían que lo dicho por Joe Biden iría a concretarse. La movilización reconocida desde el espacio exterior avanzó inexorable sobre Ucrania. Putin ordenaba una nueva guerra, decidido a cercenar el Dombás.
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MANFREDO KEMPFF SUÁREZ
Existen algunos asuntos que deberíamos dejar pasar para que nadie se moleste ni tampoco molestarse uno mismo. Pero si tenemos la posibilidad de expresarnos en la prensa, ¿para qué servimos si dejamos pasar por alto lo que sucede en nuestra Asamblea Legislativa, por ejemplo? ¿No es un desbarajuste incalificable aquello?
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El inédito acuerdo, suscrito el pasado 19 de febrero entre las máximas autoridades económicas del país y la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), tiene muchas implicaciones que van más allá de la búsqueda de soluciones a la crisis cambiaria.
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Esto debió ser en enero de 2016. Conversaba con mi amigo Ulianov. Era inevitable hablar del inminente referéndum, para permitir la elección a perpetuidad del caudillo fugado.
—Ernesto, ¿ya decidiste? ¿Votas por el sí o por el no?
—Votaré en contra, Ulianov, porque...
Esto debió ser en enero de 2016. Conversaba con mi amigo Ulianov. Era inevitable hablar del inminente referéndum, para permitir la elección a perpetuidad del caudillo fugado.
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