La recién inaugurada ruta de transporte marítimo directo entre Chancay y Shanghai no solo fortalece los lazos comerciales entre Perú y China, sino que también promueve el crecimiento compartido en América Latina, Asia y más allá.
El miércoles, el aire del puerto de Shanghai se llenó con la dulce fragancia de frutas frescas con la llegada de un barco procedente del puerto peruano de Chancay, que transportó una gran variedad de delicias agrícolas del país latinoamericano, entre ellas, uvas, aguacates y arándanos.
Desde la inauguración del puerto, en noviembre, los envíos entre las dos ciudades costeras han puesto de relieve un futuro prometedor para el comercio a través del Pacífico. Se espera que la ruta directa reduzca los costos de envío en al menos un 20 por ciento, genere 4.500 millones de dólares en ingresos anuales para Perú y cree 8.000 empleos directos.
La operación del puerto, un proyecto emblemático de cooperación entre China y Perú en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, demuestra el compromiso de ambas naciones con el libre comercio en medio del creciente proteccionismo comercial.
Antes de la apertura del puerto, la mayoría de las exportaciones peruanas a China debían pasar por América Central o del Norte antes de cruzar el Pacífico. El nuevo megapuerto, capaz de albergar a los buques portacontenedores más grandes del mundo, ha reducido el tiempo de envío de Perú a China a 23 días. Esto ha agilizado la entrega de productos chinos populares, como vehículos de nueva energía, a los consumidores peruanos, al tiempo que ha permitido que los productos agrícolas peruanos ingresen al vasto mercado chino a costos más competitivos.
El de Chancay no solo es un puerto de aguas profundas que cumple con todos los requerimientos, sino también el primer puerto inteligente y puerto ecológico de Sudamérica. Su eficiencia operativa está destinada a mejorar mediante la integración de tecnologías avanzadas, como sistemas de carga inteligentes y camiones portacontenedores no tripulados.
La nueva ruta ayuda a facilitar los flujos de carga desde América Latina a Asia, con envíos proyectados desde Brasil, Ecuador y Colombia. También agiliza la distribución en Asia, proporcionando servicios de transporte más rápidos y rentables. Mientras tanto, también se espera que aumenten las exportaciones de Chancay a Japón, la República de Corea y los países miembros de la ASEAN.
La expansión del acceso al mercado impulsará el volumen comercial de América Latina, estimulará el desarrollo de la infraestructura logística de la región y fomentará el crecimiento tecnológico e industrial, generando un "efecto multiplicador" significativo.
No obstante, no siempre se navega con aguas tranquilas. Algunos medios occidentales se han apresurado a empañar la reputación del puerto, planteando preocupaciones sobre la degradación ambiental y el dominio de los recursos. Se trata de una ya familiar táctica de desprestigio que se utiliza a menudo para desacreditar los grandes proyectos de infraestructura construidos por China en el extranjero, impulsada por prejuicios y celos. Lo que estos críticos pasan por alto es el fuerte deseo de la gente de Perú y de toda América Latina de modernizar su logística y sus cadenas de suministro e impulsar su propio crecimiento económico.
De hecho, al igual que las plantas de energía fotovoltaica y las centrales eólicas que China ha ayudado a construir anteriormente en América Latina, el puerto de Chancay es otro testimonio del compromiso de China de compartir su experiencia en el desarrollo verde con la comunidad global. Este monumental proyecto refleja una visión más amplia de un futuro compartido, donde la humanidad y la naturaleza coexisten para el mejoramiento de nuestro planeta.
El puerto cumple con estrictos estándares de protección ambiental. Para preservar la rica biodiversidad de la región, China ha establecido en el lugar un equipo dedicado a la protección del medio ambiente, ha abierto un centro de rescate de animales y ha asignado personal para el cumplimiento de diversas funciones relacionadas con la protección ambiental. Se han llevado a cabo con éxito numerosas operaciones de rescate de focas, pingüinos y otras aves, mientras que las condiciones ambientales de los humedales, playas y hábitats locales han mejorado significativamente, lo que demuestra el firme compromiso de China con la sostenibilidad ecológica.
La puesta en servicio del puerto y de la nueva ruta directa, así como el recién firmado protocolo para actualizar el tratado bilateral de libre comercio, son ejemplos clave de la cooperación de beneficio mutuo entre China y Perú. Marcados por el libre comercio, allanarán el camino hacia un futuro más duradero y próspero para ambos países, al tiempo que fomentarán un futuro compartido para la comunidad global.