Una nueva publicación del medio español El País da cuenta que la Curia General de la Compañía de Jesús, desde Roma Italia, ordenó ocultar el diario del pederasta español Luis Roma (+), el misionero que, entre 1983 y 2002, abusó sexualmente de más de un centenar de niñas indígenas bolivianas, las fotografío, las grabó en video y lo confesó por escrito.
Enterada de la publicación de El País, la Comunidad Boliviana de Sobrevivientes pidió que las máximas autoridades jesuitas de Roma brinden su declaración a la Fiscalía por los casos de pederastia de parte curas contra niños en Bolivia.
Las máximas autoridades de Roma que deben declarar son Arturo Sosa y su mano derecha, Claudio Paul (asistente del general para América Latina), por encubrimiento agravado y obstaculización de la investigación judicial, señalaron los sobrevivientes.
“Solicitamos a la Fiscalía que estos dos sujetos sean convocados para declarar ante la justicia”, manifestaron en un pronunciamiento las víctimas.
Según el reportaje del medio español, la Curia General de la Compañía de Jesús, en Roma, recibió el informe sobre la investigación que los jesuitas bolivianos realizaron en 2019 sobre el caso del pederasta español Lucho Roma.
A Roma llegaron tanto los manuscritos del pederasta como las conclusiones de la investigación, que aconsejaban informar a las autoridades civiles bolivianas de los hechos.
Estas investigaciones confirmaron los abusos sexuales cometidos por el cura, entre 1982 y 2002, a al menos un centenar de niñas indígenas.
No obstante, Claudio Paul, consejero del superior general de los jesuitas y asistente regional para América Latina del Sur, escribió, en febrero de 2020, un correo electrónico al provincial Ignacio Suñol, máximo cargo de la congregación en el país latinoamericano, en el que le señalaba los pasos que tenía que dar, tras haber finalizado la investigación a Lucho Roma. En el correo, por ejemplo, hablaba de reparación de daño para las víctimas, pero ordenó ocultar el diario del pederasta.
“Estimado Ignacio, retomando nuestra conversación de ayer: 1. Reparación de víctimas. (...) preparar un plan de reparación para atender las posibles demandas. Se trataría fundamentalmente de ofrecer la posibilidad de terapia psicológica a víctimas que se presentarán (...)”, señaló en el correo.
Ordenó también establecer “con claridad” quiénes se ocuparían de recibir a la víctima “preferencialmente no un jesuita” y establecer con ella el tipo de reparación.
Respecto de la información, Paul ordenó que, una vez que esté establecida la reparación a las víctimas, “habría que enviar información, explicitando el nombre del P. Luis Roma Padrosa (no sólo iniciales)”.
No obstante, afirmó que el diario y detalles de la investigación deben conservarse en la Curia como “información clasificada” y con “mucho cuidado”.
“Sobre la investigación y el diario del P. Roma se deben conservar en la Curía con mucho cuidado (información clasificada”, ordena Paul.