El presidente Luis Arce afirmó que su Gobierno continúa enfrentando el asedio permanente de sectores interesados en afectar la paz, estabilidad y democracia, pero reiteró que la decisión de su administración de dialogar se mantiene, aunque advirtió que no negociará ni comprometerá los principios y valores del pueblo.
"Continuamos enfrentando otras manifestaciones e intentos de golpe de Estado, como el reflejo de las ambiciones de sectores externos y otros internos que tienen puesto sus ojos sobre los recursos naturales del pueblo", alertó en un mensaje televisado en el que también habló de las gestiones en beneficio de los bolivianos en el exterior.
Para Arce, Bolivia estaría en mejores condiciones sin el bloqueo interno y el asedio constante a su administración.
Legisladores afines al expresidente Evo Morales y las opositoras Creemos y Comunidad Ciudadana (CC) tienen bloqueados más de $us 1.000 millones en créditos externos comprometidos para obras de desarrollo económico y social. Bolivia, pese a la coyuntura, registra indicadores económicos positivos y una inflación controlada.
Dirigentes del transporte pesado plantearon exigir el acortamiento del mandato del presidente, al que se sumaron voceros que siguen a Morales y de la oposición. El sector hizo el planteamiento cuando cumplía un paro y bloqueo de 72 horas en demanda de provisión de diésel, en momento en que estaba en camino la solución al desfase por un problema climatológico en el puerto de desembarque de combustible importado.
Arce aseguró que está "dispuesto a dialogar y encontrar soluciones pacíficas, pero no a negociar, ni a comprometer los valores y principios del pueblo".
"Aun cuando el mundo está afectado por las múltiples manifestaciones de la crisis capitalista que castiga a nuestra madre tierra y golpea nuestras economías, en este escenario adverso y hostil continuamos trabajando para lograr la Bolivia que soñamos de cara al Bicentenario", afirmó en alusión a su plan de industrialización.