Las alianzas políticas opositoras Comunidad Ciudadana (CC) y Creemos están llegando al final de su ciclo porque, al no tener una estructura política fuerte, resultan efímeras y débiles, coincidieron los politólogos.
En las últimas semanas, se agravó la crisis interna en CC con disidencias de tres diputados que suman a la veintena de legisladores que se alejaron o fueron expulsados de la alianza. Esta situación responde a intereses personales o prebendales y no a una crisis al interior de la alianza política, aclaró el jefe de bancada de CC, Enrique Urquidi.
El diputado disidente de CC Marcelo Pedrazas, quien dijo que ahora apoyará a Manfred Reyes Villa, aseguró la salida del Frente Revolucionario de Izquierda (FRI) de la alianza que dirige Carlos Mesa representa “el acta de defunción” de CC.
En tanto, en Creemos se habla de “camachistas” y los disidentes que responderían al arcismo. Los primeros cinco diputados en alejarse de la alianza fueron Sandra Paz, Runny Callaú, Tito Caero, Omar Rueda y José Luis Durán.
Recientemente, tanto el jefe de CC, Carlos Mesa, como el de Creemos, Luis Fernando Camacho, conformaron, junto a Jorge “Tuto” Quiroga y Samuel Doria Medina, una alianza opositora rumbo a las elecciones nacionales de 2025.
Acuerdos efímeros
Para la politóloga María Teresa Zegada, se trata de dos alianzas políticas que se encuentran desarticuladas, resultaron efímeras porque surgieron alrededor de candidatos con fines electoralista pero sin programa político, nacieron bajo el liderazgo de Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho, respectivamente.
Zegada añadió que, al no tener un programa de gobierno, CC y Creemos se diluyeron en el tiempo. Si bien en estos cuatro años pudo generarse una estructura política, las distancias internas comenzaron muy pronto. “Lo que pasa con estas alianzas es que son producto de intereses electoralistas y, una vez que llegan, al poder se desintegran fácilmente porque no cuentan con el respaldo de militantes, más bien de gente embarcada de manera individual en un proyecto electoral”, dijo.
La politóloga añadió que, con el paso de los años, surgen desacuerdos por la inconsistencia política. “No son alianzas fuertes; son circunstanciales y es el resultado de la tendencia de la oposición de sumar fuerzas de manera forzada”, advirtió.
Se desintegran en el poder porque el propósito que los une era sumar una fuerza política, pero sin consistencia interna.
Para Zegada, Creemos y CC no lograron mantenerse en una línea disciplinaria y terminaron cercanos al Movimiento Al Socialismo (MAS). Recordó que se presentaron como una opción interesante, con una línea ideológica más o menos consistente, “incluso se ganaron la confianza de la gente que los apoyó con su voto”. Pero se trata de todo un conjunto de representantes que deben tener una convicción ideológica clara. “Caso contrario, no hay garantía que todos sigan la linea porque no hay línea”, aclaró.
Se necesita consistencia interna y con la sociedad, además del apoyo ciudadano que lo sostenga.
La politóloga y exlegisladora Claudia Mallón señaló que la disgregación de CC pone en evidencia la necesidad de una estructura partidaria y de un liderazgo visible que vaya a comandar las bancadas en el Legislativo.
Además, para Mallón es indispensable tener claridad en los objetivos y poner en práctica propuestas para mejorar la salud educación y la justicia.
La politóloga sostuvo que CC convirtió su discurso en una retórica contra el MAS, pero carente de debate, de propuestas y de análisis. “La mayoría de los actores legislaron por las redes sociales sin contacto directo con la gente, sin generar conexión con el ciudadano, sin lograr hacer un puente entre los ciudadanos y el Ejecutivo”, añadió.
Creemos
Sobre Creemos, Mallón señaló que se desarticuló a partir de la detención de su líder, Luis Fernando Camacho. A partir de entonces se agravó la división incluso en la Gobernación de Santa Cruz. “Esto refleja la importancia de una estructura partidaria en los nueve departamentos y no sólo en liderazgo regional pues en menos de dos años se disolvió, algunos diputados y senadores dieron la espalda a Camacho por unas cuotas de poder”.
El politólogo Franklin Pareja aclaró que las agrupaciones ciudadanas no son partidos políticos, por lo tanto, carecen de fundamentos ideológicos. “Eso hace que sean alianzas pragmáticas y no programáticas, y casi siempre están condenadas al fracaso”, dijo.
Unión coyuntural
Las agrupaciones ciudadanas no tienen visión compartida y se articulan sólo en momentos electorales. “Como no hay visión programática interna, no tienen vida política orgánica”, sostuvo Pareja.
Además, son centralizados en el jefe y no están en la agrupación por convicción, sí por interés.
Forzar la unidad
Zegada señaló que no es buena idea forzar la unidad de la oposición porque no siempre se coincide en ideología o programa de Gobierno. “Lo complicado viene el día después con las alianzas de las organizaciones políticas”, precisó.
Zegada señaló que algunos partidos políticos, a diferencia de las agrupaciones ciudadanas, se sostienen a lo largo de la historia en una estructura política; mencionó como ejemplos el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), el Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) y Acción Democrática Nacionalista (ADN).
La politóloga señaló que hay debilidad en el sistema de partidos, lo que afecta incluso a partidos aparentemente sólidos como Unidad Nacional (UN) y Demócratas.
OPINIONES
Esta situación responde al escenario preelectoral. Es gente que no encontró espacio en CC y venden su conciencias o prebendas”
Enrique Urquidi
Bancada CC
Está demostrado que se hace política con políticos, con estructura partidaria, con liderazgos consolidados al interior de los partidos y reconocidos por la gente”
Claudia Mallón
Politóloga
Existe debilidad en el sistema de partidos que no da certezas al electorado que necesita alternativas en el escenario político”
María Teresa Zegada
Politóloga
En un momento coinciden en un mismo adversario, pero luego cada uno tiene su visión diferente, no reconocen jefaturas ni liderazgos”
Franklin Pareja
Politólogo