Actualidad
Al menos 16 soldados murieron y otros 8 resultaron heridos en un ataque a un puesto de control de seguridad en el oeste de Pakistán, según información fuentes policiales.
Las calles del municipio de Sacaba se llenaron anoche de alegría, color y espíritu navideño durante la gran entrada “Una Navidad en unidad”, uno de los eventos más esperados de la temporada.
Quillacollo disfrutó anoche del desfile de las carrozas navideñas con la participación de más de mil funcionarios disfrazados de personajes y superhéroes que recorrieron las principales avenidas del centro del municipio.
La cifra de fallecidos por el accidente en la carretera La Paz-Oruro, ocurrido este viernes a la altura de la localidad de Ajoya, se elevó a 14, según los últimos reportes de la Policía.
Durante la presentación del libro Radiografía de una canallada, escrito por el exembajador argentino Ariel Basteiro, el presidente Luis Arce alertó este viernes que la derecha internacional podrían intervenir en las elecciones generales de Bolivia en 2025, similar a lo ocurrido durante los conflictos políticos de 2019.
La jueza Regina Santa Cruz dictó tres años de prisión para Rodrigo Cuellar, implicado en el bloqueo en el municipio de Parotani impulsado por sectores del "evismo" por los delitos de terrorismo, atentado contra la seguridad de los medios de transporte y atentado contra miembros de los organismos de seguridad del Estado.
Opinión

Mas allá de su impacto mediático, el caso Pelicot —cuyo juicio concluyó ayer en Aviñón, Francia, con sentencias de prisión para los 51 condenados por violación a la esposa de uno de ellos— motiva reflexiones acerca de este tipo de sucesos y la manera como la sociedad los percibe.

Puntos de Vista

La presidencia no es una responsabilidad para aprender en el cargo. Es decir, para conducir un país se requiere de formación y experiencia. Caso contrario corremos el riesgo de improvisar y equivocarnos.

Más aun, los candidatos no deben presentar solo lo que prometen hacer en el futuro, sino lo que han hecho antes: qué formación profesional, qué experiencia de gobierno, qué pruebas de integridad moral, qué apego a la democracia y qué apego a la institucionalidad han defendido.

La presidencia no es una responsabilidad para aprender en el cargo. Es decir, para conducir un país se requiere de formación y experiencia. Caso contrario corremos el riesgo de improvisar y equivocarnos.

Más aun, los candidatos no deben presentar solo lo que prometen hacer en el futuro, sino lo que han hecho antes: qué formación profesional, qué experiencia de gobierno, qué pruebas de integridad moral, qué apego a la democracia y qué apego a la institucionalidad han defendido.

El título de esta columna no hace alusión a los hermosos bailecitos del folklore boliviano, sino a la espantosa y demagógica práctica en que el MAS sumió a Bolivia con la engañifa de “democratizar la justicia” que, tuvo, el pasado domingo 15 de diciembre, su tercera versión.

El título de esta columna no hace alusión a los hermosos bailecitos del folklore boliviano, sino a la espantosa y demagógica práctica en que el MAS sumió a Bolivia con la engañifa de “democratizar la justicia” que, tuvo, el pasado domingo 15 de diciembre, su tercera versión.

Hace algunos días, los bolivianos asistimos a elegir una vez más a las máximas autoridades de las cuatro instituciones del Órgano Judicial, que ejercerán sus cargos por seis años. Y lo hicimos obligados por el mandato de la Constitución, bajo amenaza de sanciones pecuniarias y ante el riesgo de vernos impedidos de ejercer derechos ciudadanos que nada tienen que ver con este proceso.

Hace algunos días, los bolivianos asistimos a elegir una vez más a las máximas autoridades de las cuatro instituciones del Órgano Judicial, que ejercerán sus cargos por seis años. Y lo hicimos obligados por el mandato de la Constitución, bajo amenaza de sanciones pecuniarias y ante el riesgo de vernos impedidos de ejercer derechos ciudadanos que nada tienen que ver con este proceso.

El título de esta columna no hace alusión a los hermosos bailecitos del folklore boliviano, sino a la espantosa y demagógica práctica en que el MAS sumió a Bolivia con la engañifa de “democratizar la justicia” que, tuvo, el pasado domingo 15 de diciembre, su tercera versión.

El título de esta columna no hace alusión a los hermosos bailecitos del folklore boliviano, sino a la espantosa y demagógica práctica en que el MAS sumió a Bolivia con la engañifa de “democratizar la justicia” que, tuvo, el pasado domingo 15 de diciembre, su tercera versión.