A la desesperada, incluso ya había subido al remate el portero Pedrag Rajkovic, en el último córner al borde del minuto 50 del segundo tiempo, Luka Jovic fue el más listo de todos, se adelantó con la cabeza, batió a un Jan Oblak insuperable hasta entonces, rescató a Serbia de una eliminación casi segura en Múnich y frustró de una forma insoportable a Eslovenia, cuando ya sentía suyo el triunfo e incluso la clasificación.
Desolados, la imagen de los jugadores eslovenos fue la evidencia de un golpe duro, inesperado, inasumible tan cerca del final, cuando dominaba el partido por 1-0 desde el minuto 23 ST por el gol de Zan Karnicnik.
El lateral derecho del Celje de 29 años y 30 partidos como internacional, tan sólo había marcado un gol hasta ahora con su equipo nacional, hasta ayer cuando anotó un tanto que habría sido histórico, pero no alcanzó. La primera victoria de la historia de Eslovenia en una Eurocopa aún sigue pendiente. (Efe).