Ni la persistente lluvia pudo evitar que la fiesta que ayer armó Aurora cuente con el concurso de los aficionados, en una noche de eterna memoria para los asistentes y que marcó otra página en la historia del cuadro popular.
El aguacero se hizo presente en el recinto valluno e inmediaciones del estadio Félix Capriles por la tarde. La intensa lluvia no pudo evitar que la pasión celeste y el apoyo valluno digan presente.
Cerca de las 17:30 comenzaron a llegar los primeros hinchas que buscaron refugio en lugares seguros,
El clima pareció ser benévolo con los aficionados, pero la lluvia siguió arreciando en una jornada en la que, además, la humedad comenzó a bajar la temperatura.
Paulatinamente, más aficionados se dieron cita al escenario deportivo valluno en medio de la expectativa que creció más y más a medida que el cielo hizo una tregua.
El encuentro se vivió a flor de piel y con las emociones que terminaron de calentar el ambiente, con demostraciones de buen fútbol y a la altura de un compromiso internacional.
La celebración de la Copa Libertadores volvió a impregnar de su magia a Cochabamba, en otro día para la estadística y contar nuevas historias en América.
