Los Juegos Olímpicos de invierno, que nacieron sin saber que lo eran, cumplen este jueves cien años con su futuro condicionado por la crisis climática, que, según el propio COI, reducirá a diez el número de países que podrán organizar las pruebas de nieve a partir de 2040.
La coqueta localidad de Chamonix, a los pies del Mont Blanc, acogió del 25 de enero al 5 de febrero de 1924 la Semana Internacional de Deportes de Invierno, integrada en el programa de los Juegos de verano de París. Dos años después, aquellas competiciones serían reconocidas como los primeros Juegos blancos de la historia.
Casi cien años después, los Juegos de Pekín 2022, los últimos disputados, se celebraron enteramente sobre nieve artificial y en una gran urbe alejada de la montaña, pero con soberbios estadios para las competiciones de hielo.
Las dos próximas ediciones, 2026 y 2030, se disputarán en la misma cordillera, la de Los Alpes (en Italia y en Francia, respectivamente), una de las pocas que garantiza la nieve en suficientes pistas con las exigencias técnicas que demandan las pruebas olímpicas.
La de 2034 será en Salt Lake City (EEUU), donde ya se disputaron en 2002, lo que parece condenar a los Juegos a rotar entre un pequeño grupo de sedes que ya dispongan de las instalaciones y de la experiencia. Hay razones económicas y medioambientales para que así sea.
"Miramos al pasado con orgullo y al futuro con confianza", aseguró la semana pasada el director ejecutivo del COI para los Juegos Olímpicos, el suizo Christophe Dubi, al comentar el aniversario de Chamonix 1924. Pero el presidente del organismo, el alemán Thomas Bach, dijo en octubre que la crisis climática tendrá "un efecto dramático" en los Juegos de invierno.
Pos razones de sostenibilidad, el COI solo concede la sede de los Juegos a países que ya tengan todas las instalaciones disponibles o que puedan solucionar sus carencias con instalaciones desmontables. Actualmente solo 15, la mayoría de ellos en Europa, cumplen esas condiciones.
"En 2040, 'mañana' en términos olímpicos, dos de estos quince ya no tendrán la fiabilidad necesaria para que los Juegos se celebren en febrero y cinco no la tendrán para los Paralímpicos que se celebran en marzo. Esto significa que en 2040 solo diez CONs (comités nacionales) podrán albergar los deportes de nieve de los Juegos", dijo Bach.
Nadie imaginaba estos problemas allá por 1924, cuando 260 deportistas de 16 países viajaron a Chamonix para competir en 16 pruebas. Los deportes eran hockey sobre hielo, patinaje artístico, curling, patinaje de velocidad, bobsleigh, saltos, esquí de fondo, combinada nórdica y... patrulla militar.
Según los archivos del COI, las competiciones fueron un éxito y se vendieron 10.004 entradas.
Un estadounidense, Chales Jewtraw, fue el primer campeón al ganar los 500 m de patinaje de velocidad. Pero un finlandés, Clas Thunberg, también velocista, fue la estrella de los Juegos al llevarse cinco medallas, tres de ellas de oro.
La selección de hockey de Canadá ya apuntaba maneras y se proclamó campeona con 122 goles a favor y tres en contra. Con el tiempo ganaría ocho oros más en el torneo masculino, así como cinco de los siete disputados desde que en 1998 se incorporó al programa el torneo femenino.
Solo 13 mujeres compitieron en Chamonix, todas en patinaje artístico. Ganó la austriaca Hema Planck-Szabo. Entre las participantes pudo estar la española Lilí Álvarez, pero se perdió los Juegos por lesión. Siete meses después sería junto a Rosa Torras la primera deportista olímpica española al disputar el torneo de tenis de los Juegos de verano.
Noruega ganó el medallero final, con 17 podios. También en eso se marcó tendencia el principio, pues los noruegos lideran la tabla histórica de los Juegos, por delante de Estados Unidos, Alemania y la Unión Soviética.
Una gran tarta de cumpleaños para todos los habitantes de Chamonix les permitirá celebrar la efemérides. Diferentes competiciones y exhibiciones deportivas y conferencias se extenderán durante las próximas semanas. El 23 de junio, Día Olímpico, la llama olímpica de los Juegos de París 2024 pasará por la villa.
Aquella primera edición tuvo su continuidad en las de St Moritz 1928, Lake Placid 1928 y Garmisch-Partenkirchen 1936, antes de que la II Guerra Mundial obligase a cancelar las ediciones de 1940 y 1944.
Entre 1948 y 1992 los Juegos de invierno siguieron disputándose el mismo año que los Juegos de verano. Desde entonces, se intercalan. En 1976 nacieron los Juegos Paralímpicos de invierno.
Aquella semilla plantada en 1924 a los pies de los Alpes es ahora un árbol gigante: en los Juegos participan unos 3.000 deportistas, hay más de cien pruebas de medalla y concurren más de noventa países. La crisis climática tiene la llave del futuro, que pasa por aprovechar las sedes ya construidas y adaptar el mapa de instalaciones a lo que permitan las condiciones medioambientales.