El amor por los libros impresos persiste, aunque existen otros que exploran lo digital, según un sondeo que realizó Los Tiempos a propósito del Día Mundial del Libro, que se recuerda el 23 de abril y fue fijado por la Unesco.
Los vendedores del Correo aseguraron que el requerimiento de los títulos es variado. “Hay épocas altas y bajas, pero Cochabamba aún tiene una comunidad lectora de textos físicos”, aseguró el vendedor Iván Pereira.
A diario, centenares de personas circulan por el pasillo de venta de libros, varios universitarios adquieren textos de medicina, derecho, filosofía, literatura y autoayuda.
Sin embargo, también existe otro grupo de jóvenes que explora lo digital, de acuerdo al sondeo.
“Me sale más económico bajar libros en PDF que comprarme en físico. Además, se trata de leer y lo estoy haciendo, me sigo formando”, expresó una universitaria, Lourdes Hinojosa.
Otro ciudadano, Jorge Laime, dijo que, desde que se compró un Kindle, sus lecturas fueron más fluidas, más accesibles. “Hay comunidades en las redes sociales que comparten sus bibliotecas en digital, con eso tengo lectura para buenos meses”, contó.
No obstante, todavía existe un debate entre lo bueno de lo físico y de lo digital. Para Pereira, nada reemplazará al libro impreso, a su olor, a la experiencia de leer, a lo tradicional.
Lectores
Hasta octubre de 2018, el 48 por ciento de los bolivianos reconoció que no leyó ni un solo libro en los últimos 12 meses, según una encuesta de Ipsos, presentada en 2019 en el VI Encuentro de Bibliotecarios de la Feria del Libro de Santa Cruz.
Aunque en la actualidad no existe otro dato, la Cámara Departamental del Libro de Cochabamba lamentó que hoy las cifras no hayan variado, y eso se refleja en la venta de libros y ferias. El secretario de actas de la institución, Gary Terrazas, dijo que hace falta ampliar ferias y actividades para conquistar a nuevos lectores. Es por esta razón que se realizaron convenios con los empresarios y con la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) para promocionar la lectura y apuntar a la digitalización.
Bibliotecas
La afluencia de estudiantes en las bibliotecas municipales bajó abismalmente luego de la pandemia, según el jefe de bibliotecas de la Alcaldía, Birgilio Vargas. Antes solía congregar más de un centenar de personas; ahora hay entre 30 y 100, dependiendo el día. “El wifi es uno de los anzuelos para que los jóvenes vayan y aprovechan el espacio para los trabajos de investigación. Lo importante es que ellos accedan a la información”, remarcó.