La comunidad literaria de Bolivia se congregó en las ciudades de La Paz y Cochabamba para rendir homenaje a una de sus figuras más destacadas: Luis Huáscar Antezana Juárez, conocido cariñosamente como Cachín. Los eventos, organizados por la Unidad de Posgrado en Ciencias del Desarrollo de la Universidad Mayor de San Andrés, el Centro de Estudios Superiores Universitarios de la Universidad Mayor de San Simón, la Fundación Patiño y Plural Editores, marcaron la presentación del libro Habitar la lectura: Homenaje a Luis H. Antezana, una obra editada por Alfredo Ballerstaedt y Mauricio Souza.
Habitar la lectura es un compendio de 15 ensayos y testimonios que exploran y celebran la obra y la influencia de Antezana. Contribuyen a esta colección voces prominentes de la literatura y las ciencias sociales, como Virginia Ayllón, Claudio Cinti, Luis Claros, Mauricio Gil, Gonzalo Lema, Fernando Mayorga, Antonio Mitre, Eduardo Mitre, Rodolfo Ortiz, Óscar Rivera-Rodas, Javier Sanjinés, Mauricio Souza, Luis Tapia y Mónica Velásquez. Estos autores, a través de sus escritos, ofrecen una mirada profunda y multifacética sobre la contribución de Antezana a la crítica literaria y su impacto en la cultura boliviana.
Luis H. Antezana es un nombre ineludible en la crítica literaria boliviana. Con más de 50 años dedicados a la escritura, la enseñanza y la investigación, su legado intelectual es vasto y profundamente influyente. Su trabajo ha sido reconocido con múltiples distinciones, incluyendo el Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanas de la Fundación PIEB en 2006, y títulos honoríficos como el de profesor honorario por la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) en 2013, y doctor honoris causa por la Universidad Mayor de San Andrés en 2015 y la UMSS en 2019.
La narrativa de Antezana no se limita a los libros; su aguda percepción se extiende a múltiples formas de arte y expresión, desde el lienzo del pintor hasta el gramado verde de los campos de fútbol, pasando por la política y la música. Su capacidad para leer la sociedad como un complejo sistema de signos es uno de los aspectos más destacados por sus colegas y seguidores. Javier Sanjinés, en su ensayo incluido en Habitar la lectura, subraya que Antezana “nos introdujo al estudio de la sociedad como un complejo y múltiple sistema de signos”.
Virginia Ayllón, otra de las contribuyentes, atribuye a Antezana una “generosidad lectora” derivada de su creencia en la omnipresencia de la belleza. Esta actitud se refleja en su trato amistoso y su disposición a compartir su conocimiento. Este aspecto personal de Antezana es resaltado por muchos de los autores del libro, quienes no sólo analizan su obra sino también la calidez de su carácter y su capacidad para forjar amistades duraderas.
El libro también aborda los conceptos innovadores introducidos por Antezana, como el Nacionalismo Revolucionario (NR) y la poética del saco de aparapita. Luis Claros destaca que estos conceptos son fundamentales para entender tanto los modos de producción y reproducción de un orden social como la pluralidad cultural de Bolivia. Claudio Cinti, en su testimonio, recuerda cómo Antezana le instó a usar términos bolivianos sin buscar equivalentes italianos, enriqueciendo así su idioma y su comprensión cultural.
La presentación de Habitar la lectura fue un evento emotivo y significativo. Los organizadores han señalado que el libro es un “registro de la amistad desde la calidez y memoria de los autores”, proporcionando una ventana íntima hacia la persona de Antezana. Esta dimensión humana se complementa con un análisis riguroso de sus contribuciones teóricas y críticas, ofreciendo una visión completa de su influencia.
Entre las obras destacadas de Antezana se encuentran Elementos de semiótica literaria (1977), Álgebra y fuego. Lectura de Borges (1978-2000), Un pájaro llamado Mané (1998), Dice que dijo (2003), Prólogos y epílogos seguidos de un post scriptum (2020) y Hacer y cuidar. Lecturas de Jaime Sáenz (2021). Estas publicaciones no sólo han enriquecido la literatura boliviana, sino que también han servido como referencia crucial para estudios académicos y críticos en toda América Latina.
El homenaje a Luis H. Antezana es una celebración de su vida y obra, pero también una invitación a nuevas generaciones de lectores y críticos a explorar y continuar su legado.