El periodista y escritor argentino afincado en España Martín Caparrós padece Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) desde hace dos años y medio, según desveló en una entrevista este fin de semana y confirmó su pareja, la periodista y actriz Marta Nebot.
Caparrós (Buenos Aires, 1957) es autor de novelas como 'La Historia' y de los relatos de viajes recopilados en 'Crónicas de fin de siglo', galardonadas con el Premio de Periodismo Rey de España. En la actualidad está a punto de publicar sus memorias, 'Antes que nada', el próximo 24 de octubre, donde habla por primera vez de esta enfermedad.
En una entrevista en el periódico español La Vanguardia el pasado día 19, Caparrós explicó que hasta ahora no había querido hablar de la dolencia que padece porque no quería que los amigos le vieran "como un moribundo".
"Los científicos ni siquiera entienden cómo funciona ese proceso biológico. Lo que sí saben es que la esperanza de vida es de tres a cinco años, que en algún momento tienes problemas para respirar o incluso para hablar. Y en algún momento te mueres. Lo que no está mal, porque así te toleran ciertas cosas, como que te comas todo el chocolate que te apetezca", relató.
Marta Nebot, en una columna en el periódico español Público explicó posteriormente que este fin de semana Caparrós y ella decidieron "salir del armario" y contar públicamente que pertenecen "al selecto club de los ELAdos y sus parejas de hecho".
"Solo tengo palabras de admiración sobre cómo está transitando el vía crucis de esta enfermedad maldita", aseguró Nebot, que considera que las memorias de Caparrós "son imprescindibles como lo que son: historia del periodismo".
Mientras los bloqueos sacuden al país y los incendios diezman millones de hectáreas en el territorio nacional, una noticia pasa casi desapercibida: un taxi, aparentemente sin prestar atención a las múltiples señales de advertencia, invadió este sábado la plataforma ferroviaria y chocó contra uno de los vagones del Tren Metropolitano, sin mayores consecuencias más que los daños materiales en ambos vehículos.
Hace unos días me contactó una exalumna de física, pidiéndome apoyar con una carta la iniciativa para que un libro, custodiado en la Biblioteca Nacional y Archivos de Bolivia en Sucre, sea incluido en el programa “Memoria del Mundo para América Latina y el Caribe” de la Unesco.
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Puedo decir: “volver a las minas, después de vivir un siglo, es como descifrar signos sin ser sabio competente”. O también puedo decir: “ay, país, país, país”. Es todo tan inmenso, tan inconmensurable; tan infinito y al mismo tiempo tan incomprensible. Al inicio del mes estaba en el norte con su selva y ríos caudalosos. Este 28 de agosto, camino por el páramo, piso el barro ácido de la copajira. La vista se pierde en el horizonte quemado por el sol.
Puedo decir: “volver a las minas, después de vivir un siglo, es como descifrar signos sin ser sabio competente”. O también puedo decir: “ay, país, país, país”. Es todo tan inmenso, tan inconmensurable; tan infinito y al mismo tiempo tan incomprensible. Al inicio del mes estaba en el norte con su selva y ríos caudalosos. Este 28 de agosto, camino por el páramo, piso el barro ácido de la copajira. La vista se pierde en el horizonte quemado por el sol.
GABRIELA CANEDO VÁSQUEZ
El 12 de marzo de 1930, Mahatma Gandhi, apoyado en un bastón de bambú, salió de su monasterio hinduista para recorrer a pie más de 300 kilómetros y llegar después de casi un mes, a la costa del mar Arábico el 6 de abril. Allí, agarró un puñado de arena rica en sal, lo levantó haciendo la señal de triunfo y pronunció las famosas palabras: “Con este sencillo acto sacudo los cimientos del imperio británico”.
El 12 de marzo de 1930, Mahatma Gandhi, apoyado en un bastón de bambú, salió de su monasterio hinduista para recorrer a pie más de 300 kilómetros y llegar después de casi un mes, a la costa del mar Arábico el 6 de abril. Allí, agarró un puñado de arena rica en sal, lo levantó haciendo la señal de triunfo y pronunció las famosas palabras: “Con este sencillo acto sacudo los cimientos del imperio británico”.
WALTER GUEVARA ANAYA
Una vez descartadas las primarias, el único filtro que queda para eliminar a la horda de precandidatos inconsecuentes es la primera vuelta. Varias declaraciones de Manfred Reyes Villa dejan pensar que este es su escenario favorito.
Sin embargo, cualquier opositor tendrá que enfrentar tres difíciles obstáculos. Los he descrito en media docena de artículos:
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