El vicesecretario general de Hizbulá, Naim Qassem, afirmó este martes que el grupo chií puede atacar "cualquier punto" de Israel en el marco de su "derecho a defenderse", después de que el Estado judío iniciara a finales de septiembre una campaña de bombardeos masiva contra el Líbano.
"Como el enemigo israelí tuvo como objetivo todo el Líbano, tenemos el derecho a defendernos, y tendremos como objetivo cualquier punto de la entidad del enemigo israelí en cualquier zona, tanto en el centro como en el norte y el sur", dijo Qassem en un discurso televisado, en el que mostró un tono más beligerante que en los anteriores.
Esta es la tercera vez que el religioso se pronuncia tras el asesinato el 27 de septiembre del líder de Hizbulá, Hasán Nasrala, aunque esta vez tampoco sugirió que el grupo haya decidido quién será su sucesor al frente de la formación armada.
Según Qassem, desde hace una semana Hizbulá ha iniciado una "nueva" fase de conflicto con Israel que consiste en "causar dolor al enemigo" mediante el lanzamiento de proyectiles contra la ciudad septentrional israelí de Haifa y otras poblaciones más al sur, aunque insistió en que el grupo ataca objetivos militares.
"Luchamos como resistencia, con honor, y tenemos como objetivo a su Ejército. Ellos matan con crueldad y deshonor y tienen como objetivo las mujeres, los niños, ancianos, hospitales, la ayuda humanitaria y todos los civiles", indicó el clérigo, que insistió en que la voluntad de Hizbulá es alcanzar un alto el fuego.
"Le digo al frente interno israelí que la solución es un alto el fuego. No hablamos desde una postura de debilidad, pero si los israelíes no quieren (una tregua) nosotros continuaremos (con los ataques)", aseveró Qassem.
El responsable de Hizbulá recordó que un cese de hostilidades permitiría "la vuelta de los colonos al norte" de Israel, ya que el Gobierno israelí alega que su guerra contra el movimiento chií tiene el objetivo de que unos 60.000 desplazados regresen a sus hogares.
"Pero con la continuación de la guerra, las colonias inhabitadas aumentarán, y más de dos millones (de personas) estarán en el círculo del peligro", advirtió Qassem, que añadió que "Hizbulá es fuerte, pese a los crueles ataques" infligidos al grupo en el último mes.
Al término de su alocución, el clérigo aseguró a los libaneses que Hizbulá colaborará con las autoridades del país y con otros grupos para "reconstruir" las zonas azotadas por los bombardeos de Israel, al tiempo que apeló a "la unidad de la patria" en un momento de crispación entre las 18 sectas que conviven en el Líbano.
"Nosotros y vosotros estamos en el mismo barco, somos una familia. Sabemos que el sacrificio es grande, pero tenemos que aguantar y tener paciencia", zanjó el número dos de Hizbulá.