Después de haber sido arrestado por conducir bajo los efectos del alcohol, Justin Timberlake se reencontró con el público el viernes por la noche en un concierto que brindó en el estadio United Center, en Chicago. El artista se refirió a lo sucedido días atrás, y aseguró que “ha sido una semana difícil”.
El incidente ocurrió en la madrugada del martes en Sag Harbor, Nueva York. Timberlake regresaba a su hotel después de una cena con amigos en el American Hotel. Durante el trayecto, un oficial lo detuvo tras ignorar una señal de alto y zigzaguear por la carretera.
Según la denuncia penal, el cantante se negó a realizar una prueba de alcoholemia en el lugar y “tuvo un desempeño deficiente” en las pruebas de sobriedad.
Justin Timberlake, de 43 años, ganador de diez premios Grammy, fue acusado de conducir en estado de ebriedad y de infringir dos normas de tráfico: no obedecer una señal de alto y no mantenerse en el carril adecuado.
Pasó la noche en la cárcel de Sag Harbor y fue liberado al día siguiente. El músico había expresado preocupación por su gira: “Temía que la detención pudiera arruinar la gira”. Aunque una fuente de la industria del entretenimiento aseguró que esto no afectaría sus planes.
El público asistente en el concierto de Chicago mostró su apoyo al artista, quien inició su actuación con renovada energía y agradecimiento por la lealtad de sus fans.
En una emotiva intervención, Timberlake comentó al público del United Center: “Sé que a veces soy difícil de amar, pero ustedes siguen amándome”. A pesar del incidente, el artista continuará con la promoción de su álbum Everything I Thought It Was y la gira Forget Tomorrow World Tour que empezó en Vancouver, Columbia Británica el 29 de abril.
Timberlake tiene programadas presentaciones en más de 50 ciudades, incluyendo dos noches en el Madison Square Garden de Nueva York los días 25 y 26 de junio