La salud digestiva es un componente fundamental del bienestar general, afectando tanto la salud física como emocional. Su influencia se extiende a la prevención de enfermedades, el fortalecimiento del sistema inmunitario, el comportamiento y la calidad de vida.
La complejidad de sus funciones inmunitarias, metabólicas y nerviosas resalta la importancia de mantener un sistema digestivo saludable. En reconocimiento a su relevancia, la Organización Mundial de Gastroenterología celebra cada 29 de mayo el Día Mundial de la Salud Digestiva, bajo el lema de este año: “Tu salud digestiva: hazla una prioridad”.
Importancia del sistema digestivo
La doctora Alejandra Salazar explica que la salud digestiva depende del correcto funcionamiento del sistema digestivo, que incluye órganos como el esófago, el estómago, el intestino delgado y grueso, el hígado y el páncreas. Estos órganos trabajan en conjunto para digerir los alimentos, absorber nutrientes esenciales y eliminar los desechos de manera eficiente.
Una dieta equilibrada es esencial para mantener la salud digestiva. Una alimentación inadecuada puede causar desde trastornos leves hasta enfermedades graves.
Los trastornos digestivos son comunes y pueden afectar a personas de todas las edades. Es crucial prestar atención a los síntomas y buscar un diagnóstico temprano.
El uso de los probióticos puede contribuir a combatir trastornos digestivos como la diarrea aguda por gastroenteritis, la asociada a la ingesta de antibióticos o el síndrome del intestino irritable.
Microbiota intestinal
El intestino humano alberga una compleja comunidad de microorganismos que, conocida como flora intestinal o microbiota, desempeña funciones esenciales para la salud no sólo digestiva, sino también general. En consecuencia, cuidar y mantener un equilibrio adecuado en la flora intestinal es fundamental para llevar una vida saludable.
Esta microbiota, compuesta por billones de bacterias, virus, levaduras y hongos, juega un papel crucial en la salud digestiva y el sistema inmunológico. La especialista en Medicina Funcional e Integrativa Natalia Lolita Vargas Gutiérrez señala que un desequilibrio en la microbiota, conocido como disbiosis, puede ser precursor de diversas patologías.
La disbiosis se ha relacionado con enfermedades inflamatorias del intestino como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Una microbiota desequilibrada puede afectar negativamente el bienestar general, conduciendo a trastornos digestivos, enfermedades autoinmunitarias y problemas emocionales como el estrés y la depresión.
Para una buena salud digestiva:
En el marco del Día Mundial de la Salud Digestiva, Salazar ofrece los siguientes consejos:
- Hidratación adecuada
Beber suficiente agua para ayudar en la digestión y proteger el estómago.
- Estilo de vida saludable
Mantenerse activo, dormir bien, manejar el estrés y evitar el tabaco y el alcohol.
- Dieta rica en fibra
Consumir frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras. Evitar alimentos procesados y altos en grasas saturadas y azúcares.
- Visitas regulares al médico
Realizarse chequeos médicos regularmente y buscar atención si se presentan síntomas persistentes.
- Educación
Conocer los síntomas y factores de riesgo de enfermedades digestivas y buscar ayuda médica cuando sea necesario.
Síntomas de mala salud digestiva
Los síntomas de una mala salud digestiva pueden variar desde molestias leves hasta problemas graves y pueden manifestarse de diversas formas:
- Dolor abdominal
- Hinchazón y gases
- Acidez estomacal
- Estreñimiento o diarrea crónicos
- Fatiga
- Mal aliento
- Cambios en el peso corporal