Desde hace cinco años, los productores de uva y vino en el valle bajo de Cochabamba decidieron apostar por la denominada Ruta del Vino Kochala, con el fin de dar a conocer la producción de calidad internacional de la región, promover la cultura del vino y apoyar lo hecho en Bolivia.
Las rutas son coordinadas con agencias de turismo, entre ellas Escápate y Disfruta. Durante todo el año ofrecen a los participantes una experiencia completa, desde el reconocimiento de sabores y aromas hasta los secretos de la producción del vino. Los Tiempos tuvo la oportunidad de visitar bodegas boutique y viñedos ubicados entre paisajes urbanos y agrícolas.
La aventura comenzó a 40 minutos de la ciudad, en la Bodega Marquez de la Viña, en Vinto, bajo la guía de dos enólogos. “El vino es uva fermentada, y el proceso se inicia en el campo con la siembra y la cosecha”, indicaron. El recorrido dura unas tres horas y ofrece una inmersión en el mundo del vino.
Tradición y cambios
La Bodega Marquez de la Viña comenzó hace dos generaciones con el abuelo de Evelyn Mérida, entre los años 40 y 50. Entonces, Vinto era una zona más agrícola con numerosas haciendas, y las vides se cultivaban utilizando el sistema tradicional de envolverlas en el molle, explicó. A través de fotografías que invitan a un viaje en el tiempo, se ve la cosecha.
Durante el recorrido, comparte con los visitantes la historia y la evolución vinícola, cómo incluyeron nuevas técnicas y uvas de diferentes regiones. Además de compartir datos como el impuesto al alcohol, “bastante elevado”, las formas de consumir la bebida considerada “un alimento”,y la lucha contra el contrabando que afecta al sector.
Mencionó que Bolivia produce alrededor de 10 millones de litros de vino al año. “Es poco en relación a otros países, pero tenemos características propias de altura y calidad; de hacer poco y hacerlo bien”, destacó.
El concepto de bodega boutique que manejan se refiere a la producción de un stock limitado de vinos tintos, dulces, blancos e incluso singanis que los visitantes pueden degustar y adquirir. Cada uno con reconocimientos nacionales e internacionales como la última medalla obtenida por la bodega en el Concurso Internacional de Vinos Bacchus 2024, en Madrid, por su vino tinto trivarietal.
“Sabemos que el tiempo es corto, pero les hacemos un curso exprés para que conozcan la cultura del vino y pueden aprender de degustación, de elaboración. La gente, aunque no lo crea, en estas dos o tres horas sale cambiada”, manifestó Roberto Ketter, enólogo de la bodega.
La viticultura local
La segunda parada de la ruta es el viñedo Vlaho’s, ubicados en Ayoma, Sipe Sipe. El propietario Luis Vlahovic enseña a los visitantes sobre el manejo del viñedo, la historia del lugar y las variedades de uva cultivadas para mesa, vino, guarapo y singani, que son muy diferentes en forma, color y tamaño.
“Es un poco de desconocimiento decir que no hay viñedos en Cochabamba, pero sí está creciendo, y una prueba clara son las plantaciones que tenemos”, afirmó. Invitó a la población a visitar los viñedos durante la época de cosecha, entre diciembre y febrero, para ganar otro tipo de experiencia.
La ruta termina conociendo otro viñedo o bodega como El Campanario.
“Tenemos que empezar a explotar lo que tenemos”, subrayó Mauricio Delgado, propietario de Escápate y Disfruta.
Informó que la ruta del vino se realiza durante todo el año con dos a tres salidas cada mes. Más productores se suman apostando por la producción local.
Apuesta turística
Delgado contó que la Ruta del Vino Kochala se realiza desde hace cinco años. El recorrido incluye salidas desde las 8:00 del parque Excombatientes, visitas a Vinto, Ayoma y otros viñedos. Destacó que el objetivo principal es apoyar a los productores locales y mostrar la diversidad y calidad de los vinos cochabambinos. Para mayor información contactarse al 60341571 - 61595664.