Empresarios advirtieron que la medida anunciada ocasionará pérdida de fuentes dignas de empleo, descenderá el coeficiente de industrialización, estancará el empleo formal y que la inflación podría incrementarse en más del 5 %.
Durante una rueda de prensa, la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC) rechazó el incremento del 5,85 % al salario mínimo nacional y 3 % al básico anunciado por el presidente Arce y el máximo dirigente de la COB, Juan Carlos Huarachi.
El presidente de la FEPC, Luis Laredo calificó a esta medida como un “sablazo”, afirmando que el incremento salarial anunciado es el golpe de gracia para las medianas, micro y pequeñas empresas de Cochababamba. “Más del 80% del empleo formal en Cochabamba lo genera la pequeña empresa, aproximadamente el 19% es de la mediana empresa y menos del 1% es empresa grande”, afirmó Laredo.
Los empresarios advirtieron de más de 10 consecuencias para el aparato productivo y la economía nacional.
Laredo señaló que a partir del incremento salarial anunciado, el Gobierno y la COB son responsables de estancar el empleo formal existente, la caída de la productividad y competitividad nacional frente a los mercados internacionales.
Además proyectan que la capacidad productiva de Bolivia disminuirá del 63 % al 58 %, mientras que el coeficiente de industrialización a nivel nacional caerá del 16,27 % a un 13,75 %, lo que afectará la producción de alimentos, bebidas y otras industrias.
Los empresarios también anticipan un incremento de la inflación de más del 5 %, así como una pérdida del 1 % en el aporte del PIB por cada unidad del porcentaje de incremento superior a la media entre la inflación y el crecimiento económico del año anterior. Además, se prevé una disminución en la competitividad y una caída de la inversión privada en más de 1.000 millones de bolivianos, lo que podría resultar en el cierre de empresas y la migración hacia la economía sumergida.
También anuncian el freno en nuevas contrataciones y un aumento del empleo informal, así como una profundización en la caída de la productividad laboral, que actualmente ubica al país en el último lugar de Latinoamérica.
Estiman una pérdida del 10 % del poder adquisitivo y advirtieron el riesgo de perder dos millones de fuentes de empleo generados por el sector privado en el país, así como 750.000 fuentes de empleo digno en Cochabamba. “Finalmente, se calcula que el incremento requerirá el aporte de 658 millones de bolivianos que el sector privado deberá destinar para su cumplimiento sin contar el 34% de las cargas sociales, el sector privado de Cochabamba deberá destinar 197 millones de bolivianos para cubrir este incremento.”, comunicó Laredo.
