Entre enero y agosto de 2024, las exportaciones bolivianas alcanzaron los 5.933,2 millones de dólares, lo que representa una disminución del 20 por ciento frente a los 7.447,5 millones registrados en el mismo periodo de 2023, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta reducción, equivalente a 1.480,1 millones de dólares, ha impactado negativamente en la balanza comercial del país, que cerró los primeros ocho meses del año con un déficit de 378,6 millones de dólares.
La contracción se atribuye a varios factores, como los bloqueos de carreteras, condiciones climáticas adversas y la caída de los precios internacionales de productos clave. Aunque en agosto de 2024 se registró un superávit de 51,4 millones de dólares, esta leve mejora no ha sido suficiente para revertir la tendencia negativa, según Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija.
Sectores más afectados
La industria manufacturera ha sido la más golpeada, con una disminución del 36,5 por ciento en sus exportaciones. En este sector, productos como los derivados de soya y el oro metálico han experimentado fuertes caídas. Las exportaciones de oro, en particular, se desplomaron más del 70 por ciento, pasando de 1.833,6 millones de dólares en 2023 a 518,2 millones en 2024. El sector de hidrocarburos también sufrió un fuerte revés, con una caída del 17,5 por ciento en las ventas de gas natural, un recurso clave para la economía boliviana.
Sectores resilientes
A pesar del panorama general, algunos sectores han mostrado señales de resiliencia. Las exportaciones del sector minero, impulsadas por productos como el estaño metálico y la urea, crecieron un 11,4 por ciento. Las ventas de carne bovina también aumentaron un 63,9 por ciento, posicionándose como uno de los pocos productos al alza, lo que refleja la capacidad de adaptación de ciertos sectores frente a las crisis globales e internas.
El descenso en las exportaciones ha generado una contracción en el ingreso de divisas, debilitando las Reservas Internacionales Netas del país. Romero advirtió que esta situación agrava la crisis financiera y comercial de Bolivia. La suspensión anticipada del contrato de venta de gas natural con Argentina, que podría representar una pérdida mensual de 50 millones de dólares, profundiza el problema.
Aunque el Gobierno ha expresado su intención de aumentar las ventas de gas a Brasil, la pérdida del mercado argentino tendrá un impacto significativo en la economía nacional. Desde 2006, Argentina ha sido un socio clave, con ingresos acumulados por exportaciones de gas que ascienden a 18.964 millones de dólares.
Romero subrayó la urgencia de implementar políticas públicas sostenibles para enfrentar la crisis. La caída de las exportaciones y el tipo de cambio elevado en el mercado paralelo están limitando las transacciones internacionales, afectando el crecimiento económico y la inversión, y podrían provocar un aumento del desempleo.
Importaciones caen
En agosto de 2024, las importaciones bolivianas también mostraron una significativa disminución en comparación con el año anterior. Las importaciones, según grandes categorías económicas, se redujeron un 14 por ciento. Las de equipo de transporte y sus piezas cayeron un 30,7 por ciento, mientras que las de bienes de capital disminuyeron un 17,6 por ciento.
Las importaciones de vehículos automotores de pasajeros, alimentos y bebidas básicos fueron las más afectadas, con caídas del 43,8 por ciento, 33,9 por ciento y 26,3 por ciento, respectivamente, en comparación con 2023.