El sector de la construcción en Bolivia atraviesa una crisis debido a la escasez de divisas y combustible, lo que ha generado un impacto severo en los costos, plazos y viabilidad de los proyectos. Así lo revela un informe reciente de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz) y su Centro de Estudios Económicos y Desarrollo (CEED).
El informe destaca que entre el 60 y el 70 por ciento de los insumos para la construcción en Bolivia son importados. Esta dependencia del mercado internacional hace que la falta de dólares eleve significativamente los costos. Con el valor del dólar paralelo superando en un 60 por ciento el tipo de cambio oficial, los costos de construcción han aumentado entre 35 y 40 por ciento.
Como consecuencia, muchos proyectos, especialmente aquellos con inversión pública, enfrentan serias dificultades económicas. Algunos han tenido que rescindir contratos debido a la imposibilidad de continuar con normalidad.
La escasez de diésel, vital para el funcionamiento de equipos y maquinarias de construcción, ha empeorado aún más la crisis. La falta de combustible ha paralizado numerosos proyectos, y si la situación persiste, se prevé un aumento en la cantidad de contratos rescindidos.
A la crisis económica se suman las deudas acumuladas por parte de instituciones públicas, que llegan a tardar hasta un año en pagar los avances de obras, incluso cuando los proyectos ya están terminados y entregados. Según el informe, el 70 por ciento de las empresas constructoras reportaron menores ingresos en el primer semestre de 2024, con una caída promedio del 25 por ciento en sus ventas.