Los muertos en la Franja de Gaza desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás ya superan los 32.900, después de que en las últimas horas perdieran la vida 71 personas en bombardeos israelíes, según el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por el grupo islamista.
En total han fallecido 32.916 personas en el enclave palestino desde el pasado 7 de octubre.
Además, 102 personas resultaron heridas en las últimas horas, lo que eleva el total de heridos desde que comenzó la guerra a 75.494.
Como es habitual, el Ministerio recordó que hay varias víctimas aún entre los escombros y en las carreteras, por lo que los equipos de ambulancias no pueden llegar hasta ellas.
Según la agencia oficial de noticias palestina, Wafa, al menos siete personas murieron este martes en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, cuando un bombardeo israelí destruyó la residencia de una familia.
Mientras, las autoridades israelíes insisten en que continúan los planes para una invasión terrestre del enclave gazatí, donde miles de palestinos han huido para buscar refugio desde que comenzó la guerra, a pesar de las advertencias de su principal socio militar, Estados Unidos, que no apoya la operación.
Israel argumenta que en la zona se esconden hasta 8.000 combatientes de Hamás, y que no logrará su objetivo de eliminar completamente al grupo palestino si no entra por tierra a Rafah.
El Ejército israelí continúa también con su asedio al hospital Nasser, el principal de Jan Yunis, en el sur, después de retirarse ayer del Shifa, el más importante de toda la Franja de Gaza, en el norte.
Las dos semanas de asalto dejaron un rastro de destrucción, con muchos edificios quemados, mientras que las autoridades gazatíes han informado de cuerpos calcinados y en descomposición en el centro sanitario, que ha quedado totalmente fuera de servicio.
Durante sus operaciones en el hospital, que comenzaron hace dos semanas con el asedio al centro, Israel asegura haber eliminado a unos 200 "terroristas" e interrogado a unos 900 sospechosos, entre los que identificó a más de 500 miembros de Hamás y la Yihad Islámica, incluidos altos cargos.
El portavoz de la Defensa Civil de Gaza, Mahmud Busal, denunció que, tras la salida de las tropas israelíes, han encontrado dentro del hospital cadáveres con signos de haber sido ejecutados, otros calcinados y también en estado descomposición.
Ante la "parálisis casi total" del sistema sanitario, el Ministerio ha hecho un llamamiento para que los desplazados no busquen más refugio en los hospitales, y así limitarlos a enfermos y heridos para que puedan recibir el tratamiento adecuado y evitar el hacinamiento y la propagación de enfermedades.
Además, la ONG World Central Kitchen, que el pasado 15 de marzo participó en la llegada a Gaza de 200 toneladas de alimentos y agua, inaugurando un corredor marítimo a bordo del barco del Open Arms, anunció que pausará sus operaciones en la región tras la muerte de siete de sus trabajadores en un ataque israelí, entre ellos cuatro extranjeros.