Colombia se ha sumado a Bolivia y Venezuela en el grupo de países de América Latina que han decidido romper relaciones diplomáticas con Israel, marcando así un punto de inflexión en las relaciones políticas y comerciales en la región, donde la Argentina de Javier Milei representa el extremo opuesto.
Esta resolución -anunciada el miércoles por el presidente de Colombia, Gustavo Petro- podría tener profundas repercusiones económicas, influir en los acuerdos comerciales y reconfigurar las alianzas políticas en América Latina.
Repercusiones políticas, económicas y comerciales
La divergencia en las políticas exteriores puede llevar a discrepancias entre los países de Latinoamérica, toda vez que algunos Gobiernos se alinean más estrechamente con bloques políticos que apoyan o condenan las acciones de Israel en el contexto internacional.
Esto puede afectar a la cooperación diplomática y la ayuda económica de algunos países latinoamericanos con Israel, y potencialmente con Estados Unidos u otros que tienen intereses estratégicos en la región y en el Medio Oriente.
Las disposiciones adoptadas por estos países pueden ser vistas como un acto de solidaridad hacia Palestina, fortaleciendo así alianzas con naciones que comparten una postura similar respecto a los conflictos en el Medio Oriente.
Las relaciones económicas con Israel también pueden verse afectadas, ya que ese país es un socio comercial significativo y fuente de tecnología avanzada, especialmente en áreas como la agricultura y la ciberseguridad.
América Latina no tiene una postura unánime en relación con Israel y con el conflicto en Oriente Medio. Las políticas y posturas de los países de la región varían significativamente según factores políticos internos, históricos y diplomáticos.
Con Lula, Brasil dio un giro
Durante la Presidencia de Jair Bolsonaro (2019-2022), Brasil buscó fortalecer sus vínculos con Israel. El entonces gobernante inicialmente prometió trasladar la Embajada de Brasil desde Tel Aviv a Jerusalén -en contra del estatus internacional de esta ciudad y de las resoluciones de Naciones Unidas-, pero finalmente se limitó a abrir una oficina comercial diplomática.
El actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, ha adoptado una postura muy crítica hacia Israel en relación con el conflicto en Gaza, llegando a describir las acciones de ese país como un "genocidio" y comparándolas con el Holocausto nazi.
Estas declaraciones provocaron un choque con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien las consideró una "trivialización del holocausto".
Lula también ha sido crítico con la respuesta militar de Israel y ha denunciado el alto número de víctimas civiles en Gaza. Además, ha instado al reconocimiento de dos Estados como solución al conflicto, abogando por el reconocimiento pleno y soberano de Palestina.
Colombia, de la cooperación a la ruptura
Israel ha sido tradicionalmente un importante proveedor de equipo militar para Colombia, lo que ha sido crucial para las acciones de seguridad gubernamentales contra narcotraficantes y grupos armados, pero con la llegada a la Presidencia de Gustavo Petro en agosto de 2022, el país adoptó una postura muy crítica respecto a Israel.
Petro ha calificado las acciones militares de Israel en Gaza como "genocidio" y las ha comparado con las persecuciones nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Mientras que Israel suspendía las exportaciones de seguridad a Colombia, simultáneamente Petro puso fin a las compras de armas a ese país, evidenciando así una postura crítica que este lunes tuvo su máxima expresión con la ruptura de relaciones diplomáticas.
Paralelamente, Colombia ha expresado un activo apoyo a Palestina a nivel internacional, incluyendo un intento de unirse a un caso en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) acusando a Israel de genocidio en Gaza.
El enfoque crítico de Chile hacia Israel
El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha demostrado una postura crítica hacia Israel, al que ha descrito como un "Estado genocida y asesino", y ha apoyado movimientos como el boicoteo a los productos de los asentamientos israelíes.
En Chile, país que alberga a la comunidad palestina más numerosa fuera de Oriente Medio, Boric ha condenado públicamente las acciones militares de Israel, particularmente en relación con Gaza, y ha expresado que estas violan el derecho internacional humanitario.
Además, ha tenido encuentros diplomáticos tensos con Israel, incluyendo el retraso en la aceptación de credenciales de su embajador como protesta por acciones militares en los territorios ocupados, además de su exclusión de la Feria Internacional del Aire y del Espacio (FIDAE), considerada como una de las exhibiciones más importantes en materia de seguridad, defensa y aeronáutica de América Latina.
En Argentina, la relación cambia según el Gobierno
Argentina ha tenido una relación compleja con Israel, marcada por importantes comunidades judías y árabes que influyen en las actitudes internas hacia Israel dependiendo del Gobierno de turno.
El país también ha sido escenario de gravísimas agresiones antisemitas, como el atentado contra la Embajada de Israel de 1992 y el ataque en 1994 contra la organización judía AMIA, ambos ocurridos en Buenos Aires y que dejaron un saldo total de 107 muertos y medio millar de heridos.
El actual presidente, Javier Milei, ha mostrado una postura de inequívoco apoyo a Israel en el conflicto en Oriente Medio, con enfáticas condenas a los ataques de Irán a Israel y subrayando el derecho de ese país a defender su soberanía y su territorio contra lo que describe como regímenes que promueven el terrorismo*.
Además de anunciar su intención de trasladar la Embajada argentina a Jerusalén, Milei ha creado un comité de crisis para abordar la situación en Oriente Medio y estudiar el apoyo adicional de Argentina a Israel*.
Guatemala, un aliado tradicional que apuesta por la paz
Guatemala ha sido uno de los aliados más fuertes de Israel en América Latina. La relación se remonta al apoyo inicial del país centroamericano a la creación de un Estado judío en 1947.
Además, en 2018, el entonces presidente Jimmy Morales (2016-2020) trasladó la Embajada de Guatemala a Jerusalén, como una muestra de apoyo al Estado israelí.
Actualmente, el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, ha mantenido una postura pacifista en relación con el conflicto en Oriente Medio.
En febrero pasado, durante una reunión con el presidente de Israel, Isaac Herzog, en la Conferencia de Seguridad de Múnich en Alemania*, Arévalo reafirmó su compromiso con la paz y ofreció su solidaridad a Israel durante un tiempo especialmente convulso debido a la guerra entre Israel y Hamas.