El Censo de Población y Vivienda que se cumplió ayer, 23 de marzo, en municipios de Sacaba, Colomi y el valle alto del departamento dejó varias experiencias, algunos censistas fueron recibidos por comunarios en sembradíos y en medio de matorrales.
Asimismo, en las localidades de la Melga (Sacaba), Waqanqui que se halla en el límite entre los municipios de Sacaba y Tiraque, en Colomi, en Potrera (Tiraque) y en el valle alto la población adulta mayor respondió el cuestionario censal en el primer idioma que aprendieron a hablar, el quechua.
Los censistas que también eran de las mismas comunidades no tuvieron inconvenientes para formular las preguntas en quechua. Por su parte, los lugareños aseguraron sentirse contentos por haber sido censados por personas de su misma comunidad.
“En la comunidad de Potrera, la gente adulta generalmente habla quechua y me parece muy bien que las y los censistas también hablen fluidamente este idioma, así pueden comunicarse de mejor manera con los adultos mayores”, señaló Jhonny Cossío, un joven lugareño que participó por primera vez de un censo.
En los municipios de Sacaba, Colomi y el valle alto el empadronamiento transcurrió con normalidad, la gente recibió a los censistas en la puerta de su domicilio y en algunos casos con asientos improvisados como piedras y ladrillos.
Aunque también algunos agentes censales se sentaron sobre el pasto que cubre el suelo en estas regiones del departamento.
Los empadronadores aseguraron haber recibido el cariño y apoyo de la gente. “Me atendieron bien en las viviendas que visité, aunque también censé a personas que no quisieron responder las preguntas (…) Por otra parte, lo que me llamó la atención fue que en algunos domicilios solo habitaba una persona”, señaló María.
“A mí me pasó algo curioso, resulta que una señora me dio su edad, pero la cantidad de años que tenía no coincidía con la fecha de nacimiento que me dio, resulta que se estaba bajando la edad, y luego me dijo que no le gustaba que le pregunten su edad”, contó Giovanna.
Se cumplió el auto de buen gobierno
A pesar de la poca presencia policial, la población cumplió responsablemente el auto de buen gobierno. La gente no abrió su negocio, ni salió a las calles.
Solo algunas familias que se dedicaron a limpiar su negocio, su terreno y lavar la ropa. Asimismo, algunos salieron a conversar con sus vecinos. “Nos censaron por la mañana y ahora estamos conversando aprovechando la tranquilidad que existe”, comentó Juan Carlos .