El propietario del Hotel Coloso en la ciudad de Potosí, Sebastián Careaga, manifestó que el sector hotelero de la Ciudad Imperial cuenta con todas las capacidades para atender las solicitudes y necesidades logísticas requeridas para hospedar al equipo de Boca Juniors además de destacar el impulso al turismo en Potosí por la asistencia de locales y extranjeros al encuentro.
También expresó la necesidad de desmentir los comentarios "malintencionados" que acusaban a Potosí de no contar con las condiciones hoteleras, viales y de transporte necesarias para satisfacer al equipo visitante.
"Como departamento y sector empresarial, estamos demostrando que en Potosí existe una capacidad hotelera de clase mundial, con hoteles cinco estrellas que cumplen con todos los requisitos y expectativas, no solo para este equipo; hemos recibido a Ronaldinho, Robinho y artistas de clase mundial", añadió Sebastián Careaga.
Expresó también que sienten que cumplirán con las expectativas del plantel y el sector privado destaca el impulso económico que genera el encuentro entre Nacional Potosí y el conjunto argentino.
Durante 2023, el turismo en Bolivia generó un ingreso de 800 millones de dólares, con la visita de un millón de turistas extranjeros. El viceministro de Turismo, Hiver Flores, proyecta que, durante 2024, el país recibirá 1,3 millones de turistas en total, lo que generaría un movimiento económico de aproximadamente 959 millones de dólares estadounidenses.
Los industriales calculan que el país pierde más de 50 millones de dólares diarios con los bloqueos que constantemente se instalan en las carreteras del territorio nacional, y que ellos, como sector empresarial, participan de la afectación con 10 millones de dólares.
El gobierno del presidente Arce ha logrado evitar, por segunda vez, un bloqueo de caminos que, de ejecutarse, habría provocado inmensurables perjuicios al país.
Mientras la negociación se instalaba en La Paz, los choferes de micros y minibuses de Potosí iniciaban una huelga indefinida exigiendo la elevación de tarifas para el servicio que prestan que —lo digo por lo que vi en ciudades de por lo menos cuatro países— está entre los peores del mundo.
El gobierno del presidente Arce ha logrado evitar, por segunda vez, un bloqueo de caminos que, de ejecutarse, habría provocado inmensurables perjuicios al país.
Mientras la negociación se instalaba en La Paz, los choferes de micros y minibuses de Potosí iniciaban una huelga indefinida exigiendo la elevación de tarifas para el servicio que prestan que —lo digo por lo que vi en ciudades de por lo menos cuatro países— está entre los peores del mundo.
Mucha sangre ha corrido bajo los puentes de gobiernos o administradores circunstanciales del poder, pero el mantra recurrente en boca de osados y perdidos gobernantes suele invocar el afamado “golpe de Estado”, el cual, derivado del francés coup d’État, no representa hoy las tomas del poder que otrora significaban las acciones militares que encumbraron a orondos generales en la silla y poder presidencial.
Mucha sangre ha corrido bajo los puentes de gobiernos o administradores circunstanciales del poder, pero el mantra recurrente en boca de osados y perdidos gobernantes suele invocar el afamado “golpe de Estado”, el cual, derivado del francés coup d’État, no representa hoy las tomas del poder que otrora significaban las acciones militares que encumbraron a orondos generales en la silla y poder presidencial.
Alrededor de las 9 de la noche del miércoles pasado, el ministro de Gobierno presentó al excomandante del Ejército Juan José Zúñiga y al Vicealmirante Juan Arnez frente a la prensa como simples delincuentes; enmanillados y empujados por los policías, humillados frente a las cámaras de televisión. Nadie trata de ese modo a quien se supone seria su compinche.
Alrededor de las 9 de la noche del miércoles pasado, el ministro de Gobierno presentó al excomandante del Ejército Juan José Zúñiga y al Vicealmirante Juan Arnez frente a la prensa como simples delincuentes; enmanillados y empujados por los policías, humillados frente a las cámaras de televisión. Nadie trata de ese modo a quien se supone seria su compinche.
Desde que Luis Arce ganó las elecciones y asumió la presidencia en noviembre de 2020 se sabía que no le sería tan fácil dar vuelta la página de la última crisis institucional de Bolivia.
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