El biólogo boliviano Alfredo Fuentes advierte sobre la importancia esencial de la flora y los ecosistemas en nuestra vida cotidiana e identidad cultural. Desde su trabajo como estudioso asociado del Jardín Botánico de Missouri y del Herbario Nacional de Bolivia, dedicó más de 25 años al estudio y conservación de la plantas y ecosistemas de Bolivia
Su labor en el Parque Madidi ha sido fundamental para que sea reconocido en el contexto mundial como líder en diversidad de especies, con el descubrimiento de más de 250 plantas.
Fuentes alertó sobre los riesgos que enfrentan estos ecosistemas, principalmente por las actividades mineras que atentan contra su integridad.
El experto señaló que las Áreas Clave para la Biodiversidad (KBA) son un instrumento fundamental para la preservación de las especies amenazadas y la gestión sostenible de los recursos naturales.
“Como bolivianos debemos ser conscientes de que la flora y los ecosistemas son parte fundamental de nuestra vida, comenzando por cuestiones básicas, como la provisión de agua o alimentos, pero también son parte importante de nuestra identidad cultural (…) El gran problema es que, en estos últimos años, precisamente por no conocer ni valorar esta riqueza, la estamos destrozando”, señaló el biólogo Alfredo Fuentes, al portal de la Asociación Civil Armonía. Organización que se dedica a la conservación del medioambiente en el país.
Como investigador asociado del Jardín Botánico de Missouri y del Herbario Nacional de Bolivia, Fuentes trabajó con vegetales por más de 25 años. En las dos décadas posteriores, trabajó en el Parque Nacional Madidi realizando el inventario y estudios ecológicos. Uno de los éxitos del trabajo de registro que despliega –descubrió más de 250 especies de nuevas plantas– fue lograr que ese parque sea posicionado en primer lugar en el contexto mundial en cuanto a diversidad.
Cabe señalar que Fuentes es responsable de actualizar el catálogo de plantas de Bolivia. La gestión 2014 publicó un listado, que se actualiza constantemente, con 15.000 especies de plantas nativas.
“El estimado para Bolivia está entre 17.000 y 20.000. Nos falta todavía bastante para completar. Y el inventario es sólo el punto de partida para comprender nuestra biodiversidad”, remarcó.
Fuentes expresó su preocupación, porque el Madidi, uno de los más biodiversos del mundo y que concentra un elevado porcentaje de toda la flora de Bolivia, se ha abierto a las actividades mineras. “Esto lo va a poner en serio riesgo”, puntualizó.
Ante este escenario, nacieron las Áreas Clave para la Biodiversidad, que son trascendentales para el investigador. A estas las considera muy particulares porque no son áreas de conservación. Desde su perspectiva, son “como banderas” que uno coloca respaldándose en los géneros globalmente amenazados, de rango restringido o en otras categorías de preocupación. Además, advierten que en un explícito lugar se requiere alguna figura de protección y de gestión.
“A partir de esos elementos se llama la atención de las autoridades locales, que luego podrán decidir cómo gestionar mejor esa área para que se conserven esas especies. Y el hecho de que se conserven esas especies hace que se conserven ecosistemas particulares”, añadió.
Fuentes también dijo que, pese a esta riqueza natural, Bolivia tiene magnos retos. “Para empezar, ni siquiera tenemos completado el inventario de plantas. Estamos rezagados en ese sentido. Luego, las políticas en los últimos años prácticamente no consideran la importancia de las plantas y los ecosistemas para brindarnos servicios a las poblaciones humanas”, subrayó.
El biólogo boliviano advirtió que las iniciativas de inventario que respaldan la conservación han menguado en los últimos años por razones de financiamiento y limitaciones en las normativas nacionales. En ese sentido, Fuentes espera que, con proyectos, como las KBA, se reaviven y “conozcamos mejor nuestras plantas y ecosistemas, que son parte fundamental de nuestras vidas”.