El Gobierno de Javier Milei resolvió ayer que el cine producido en Argentina para plataformas digitales sólo recibirá subsidios estatales si logra tener al menos 10 mil espectadores.
Mediante un decreto de la Presidencia argentina, publicado ayer en el Boletín Oficial, el Ejecutivo prohibió que el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) otorgue subsidios por adelantado y sin contraprestación a productores de películas no exhibidas en salas, sino a través de plataformas digitales de “streaming”.
A partir de ahora, en vez de ayudas anticipadas, el Incaa dará a los productores créditos y, si una vez estrenada, la película logra un mínimo de espectadores, obtendrán un subsidio estatal con el que podrán cancelar parte del préstamo.
En el caso de películas emitidas por “streaming”, deberán acreditar al menos 10 mil reproducciones en las plataformas para acceder a un subsidio. En lo que va de año se estrenaron 40 películas financiadas por el Incaa que tuvieron menos de 1.000 espectadores.
Los perjuicios ocasionados en estas más de tres semanas de bloqueos de carreteras y actos de violencia ejecutados por organizaciones afines al ala evista del Movimiento al Socialismo (MAS) no solo agravan la situación económica que atravesamos.
Dicen que el presidente Hilarión Daza postergó la difusión de la noticia sobre la invasión chilena a las costas bolivianas para no entorpecer la celebración carnavalera. Otras versiones aseguran que ese dato es un mito tejido por los chilenos y sus oponentes. También aseguran que, aunque hubiese circulado la noticia, igual los bolivianos habrían seguido con la fiesta. Lo cierto es que en 1879 la República de Bolivia perdió su cualidad marítima y el riquísimo territorio del Litoral.
Dicen que el presidente Hilarión Daza postergó la difusión de la noticia sobre la invasión chilena a las costas bolivianas para no entorpecer la celebración carnavalera. Otras versiones aseguran que ese dato es un mito tejido por los chilenos y sus oponentes. También aseguran que, aunque hubiese circulado la noticia, igual los bolivianos habrían seguido con la fiesta. Lo cierto es que en 1879 la República de Bolivia perdió su cualidad marítima y el riquísimo territorio del Litoral.
JUAN JOSÉ TORO MONTOYA
Los bolivianos sabíamos que nuestra clase política sería la que destruiría el país, pero no vislumbramos cómo… hasta ahora.
Los bolivianos sabíamos que nuestra clase política sería la que destruiría el país, pero no vislumbramos cómo… hasta ahora.
La reciente muerte de Eduardo Pérez Iribarne nos invita a reflexionar sobre su vida y el rol que él, como sacerdote jesuita, desempeñó en Bolivia durante los últimos 50 años. Además, nos trae la necesidad de explorar el sentido y el papel que los miembros de la Compañía de Jesús han jugado en la construcción del socialismo y el ascenso del Movimiento al Socialismo (MAS) al poder en Bolivia.
La reciente muerte de Eduardo Pérez Iribarne nos invita a reflexionar sobre su vida y el rol que él, como sacerdote jesuita, desempeñó en Bolivia durante los últimos 50 años. Además, nos trae la necesidad de explorar el sentido y el papel que los miembros de la Compañía de Jesús han jugado en la construcción del socialismo y el ascenso del Movimiento al Socialismo (MAS) al poder en Bolivia.
“Se autoriza el desmonte para actividades agropecuarias en tierras privadas y comunitarias…”. Con esas palabras firmó Evo Morales el decreto que inició el año 2019 este terrible infierno, poco antes de los conflictos que provocaron varias muertes. “Las pequeñas familias, si no chaquean, ¿de qué van a vivir?”, justificó la demagógica e irresponsable medida que buscaba votos, renunciando a sus banderas defensoras de la Pachamama, con las que sedujo años atrás a los bolivianos.
“Se autoriza el desmonte para actividades agropecuarias en tierras privadas y comunitarias…”. Con esas palabras firmó Evo Morales el decreto que inició el año 2019 este terrible infierno, poco antes de los conflictos que provocaron varias muertes. “Las pequeñas familias, si no chaquean, ¿de qué van a vivir?”, justificó la demagógica e irresponsable medida que buscaba votos, renunciando a sus banderas defensoras de la Pachamama, con las que sedujo años atrás a los bolivianos.