Hace menos de dos semanas, en estas mismas páginas de Los Tiempos, habíamos publicado, a manera de ejemplo, el caso de la comunidad de Torreni, en Arque, cuyos habitantes hacían fila en bidones, por horas, a la espera de conseguir unas cuantas gotas para su consumo de una vertiente casi seca. La comunidad se debate en una severa sequía mientras otro pozo en el lugar era de poca utilidad debido a la carencia de energía eléctrica para habilitar bombas de extracción.
El gobierno del presidente Arce ha logrado evitar, por segunda vez, un bloqueo de caminos que, de ejecutarse, habría provocado inmensurables perjuicios al país.
Mientras la negociación se instalaba en La Paz, los choferes de micros y minibuses de Potosí iniciaban una huelga indefinida exigiendo la elevación de tarifas para el servicio que prestan que —lo digo por lo que vi en ciudades de por lo menos cuatro países— está entre los peores del mundo.
El gobierno del presidente Arce ha logrado evitar, por segunda vez, un bloqueo de caminos que, de ejecutarse, habría provocado inmensurables perjuicios al país.
Mientras la negociación se instalaba en La Paz, los choferes de micros y minibuses de Potosí iniciaban una huelga indefinida exigiendo la elevación de tarifas para el servicio que prestan que —lo digo por lo que vi en ciudades de por lo menos cuatro países— está entre los peores del mundo.
Mucha sangre ha corrido bajo los puentes de gobiernos o administradores circunstanciales del poder, pero el mantra recurrente en boca de osados y perdidos gobernantes suele invocar el afamado “golpe de Estado”, el cual, derivado del francés coup d’État, no representa hoy las tomas del poder que otrora significaban las acciones militares que encumbraron a orondos generales en la silla y poder presidencial.
Mucha sangre ha corrido bajo los puentes de gobiernos o administradores circunstanciales del poder, pero el mantra recurrente en boca de osados y perdidos gobernantes suele invocar el afamado “golpe de Estado”, el cual, derivado del francés coup d’État, no representa hoy las tomas del poder que otrora significaban las acciones militares que encumbraron a orondos generales en la silla y poder presidencial.
Alrededor de las 9 de la noche del miércoles pasado, el ministro de Gobierno presentó al excomandante del Ejército Juan José Zúñiga y al Vicealmirante Juan Arnez frente a la prensa como simples delincuentes; enmanillados y empujados por los policías, humillados frente a las cámaras de televisión. Nadie trata de ese modo a quien se supone seria su compinche.
Alrededor de las 9 de la noche del miércoles pasado, el ministro de Gobierno presentó al excomandante del Ejército Juan José Zúñiga y al Vicealmirante Juan Arnez frente a la prensa como simples delincuentes; enmanillados y empujados por los policías, humillados frente a las cámaras de televisión. Nadie trata de ese modo a quien se supone seria su compinche.
Desde que Luis Arce ganó las elecciones y asumió la presidencia en noviembre de 2020 se sabía que no le sería tan fácil dar vuelta la página de la última crisis institucional de Bolivia.
Desde que Luis Arce ganó las elecciones y asumió la presidencia en noviembre de 2020 se sabía que no le sería tan fácil dar vuelta la página de la última crisis institucional de Bolivia.