Ha comenzado septiembre, el mes del aniversario de la revolución libertaria de Cochabamba, en 1810, y, para este matutino, el más radiante de este año pues celebramos los 80 años de nuestra fundación.
El jueves 16 de septiembre de 1943 salía a las calles la primera edición de Los Tiempos. No fue el único diario de Cochabamba en ese entonces, pero sí el primero en ganar importancia nacional —y conservarla hasta hoy— por su calidad periodística y su compromiso inclaudicable con la democracia y las libertades ciudadanas.
Ese es el resultado del espíritu con el que fue fundado este periódico. “La palabra independiente tiene un sentido que sugiere cierta doblez calculada, cierta ausencia de determinación conciencial para estar al alcance de toda conveniencia. Este es un diario libre, lo que es algo diferente”, proclama uno de los 14 principios periodísticos establecidos por nuestro fundador, Demetrio Canelas.
Somos un diario libre, lo confirmamos en cada una de nuestras ediciones que apuntan a “llevar a los lectores informaciones seleccionadas con asiduidad y honestidad profesional para habilitarles a formar su propio criterio sobre la base del conocimiento de la verdad”, como dicta otro de los principios con los que fue creado este periódico.
Es un propósito no siempre fácil de cumplir pues la plenitud con la ejercemos la libertad de expresión —fundamento de la vida en democracia— y nuestro compromiso con la verdad y el derecho a la información pueden incomodar al poder político.
Eso ocurrió en diciembre de 1943, a sólo tres meses de nuestra aparición, Los Tiempos fue clausurado y su director, Demetrio Canelas, detenido y trasladado a La Paz. El 4 de marzo de 1944, este diario volvió a ser clausurado y detenido Canelas, y ese mismo año, el 10 de abril, el Gobierno volvió a arremeter contra el matutino.
Y dos meses antes de cumplir 10 años informando, el 9 de noviembre de 1953, una turba de milicianos del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) violentó las instalaciones del periódico, destruyó sus talleres, saqueó sus oficinas e incendió los archivos del diario, incluida su hemeroteca.
Pero no destruyeron la vocación y el compromiso de continuar publicando un diario libre, aunque nos silenciaron durante 14 años durante los cuales los hermanos Canelas, Demetrio, Julio César y Carlos, trabajaron para reconstruirlo, desde sus cenizas. Volvimos a las calles en 1967, bajo la dirección de Carlos Canelas, y aquí continuamos.
Los Tiempos celebrará su 80º aniversario con diversas actividades, entre ellas una convocatoria para recuperar ejemplares de las ediciones de nuestros primeros 10 años. Esas que fueron quemadas en represalia a la libertad con la que ejercemos el periodismo en servicio de nuestros lectores.