¿Les gustaría conocer Ginebra? Muchos dirán: sí, por supuesto. Suiza y su gran ciudad Ginebra encarnan el espíritu económico y ecuánime del progreso, pero no sé por qué tanto esfuerzo e interés en ir a Ginebra si pueden quedarse en la Bolivia socioproductiva plurinacional.
Aquí enumeraré algunas de las maravillas que tenemos y que nos igualan e incluso superan a Suiza. Por ejemplo, tenemos un sistema de importación tan bueno, tan bien estructurado, que la directora de la Aduana es capaz de decirle a Chile algo así como que por qué se hacen robar sus autos allá, y para qué los traen a Bolivia. Lastimosamente nuestro presidente entrega autos robados. ¡Qué barbaridad! Eso es culpa de ustedes vecinos, que no se igualan a nuestro nivel.
Por supuesto, nuestra bella situación nos vuelve Ginebra 2, donde no sólo nos damos el lujo de subvencionar los combustibles, sino que ahora tenemos, en Pando, la Asociación de Revendedores de Hidrocarburos, creada recientemente.
Somos una nueva Ginebra, la Suiza de Sudamérica porque somos tan ricos que nos damos el lujo de vivir con un parque automotor obsoleto y contaminante y el “oh, buen Gobierno” no cobra impuestos altos a esos autos viejos y contaminantes, sino a los nuevos.
Somos la Ginebra sudamericana porque, además de tener un parque automotor vetusto, preferimos autos ilegales, que benefician a policías, Aduana, sindicatos de transporte y cuanto ladrón haya. Somos tan ricos que no producimos ni siquiera la tuerca que sujeta la rueda de un auto.
El trasfondo en esta Ginebra 2, donde la economía es “tan buena”, es el siguiente: la única manera de asegurar tu capital es comprándote un autito o un departamentito porque no hay un aparato productivo seguro, estable, que brinde fuentes laborales, confiables, dignas, y que produzca desarrollo en la Ginebra 2.
Además, resulta curioso que haya instituciones como la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero, de la Fiscalización del Juego, y otras que híper regulan a ciertos sectores, pero no castigan a la importación ilegal de autos. Hay una libertad total en las fronteras y en las calles. Sólo por curiosidad, fíjate cuántos autos tienen placa de circulación y cuántos cumplen con una adecuada inspección técnica. Porque en la Ginebra 2, haces la inspección técnica por WhatsApp, nunca revisan tu motor, pagas con transferencia bancaria, y puedes hacer este trámite para tu sindicato completo, sin que ni un solo afiliado haya pasado por los “expertos” ojos de los revisores técnicos.
Así que, en estas vacaciones de invierno, cancela tu viaje a Suiza, porque ya vives en ella.