Con chances intactas y resultados previos a su favor, The Strongest y Bolívar pueden dar esta noche el golpe sobre la mesa, cuando el primero reciba a Huachipato en La Paz (18:00) y el segundo visite a Flamengo en Río de Janeiro (20:30), ambos por Copa Libertadores.
El Tigre, actual monarca del fútbol boliviano, apunta a vencer al Acerero en el estadio Hernando Siles, resultado que lo alejará en la cima del grupo C con 10 unidades, aunque su boleto no estará confirmado hasta que Gremio complete su participación el 4 y 8 de junio, en partidos aplazados ante Huachipato y Estudiantes de La Plata, respectivamente, esto por la emergencia en Porto Alegre.
En el grupo E, Bolívar marcha líder e invicto con 10 unidades, además de estar virtualmente clasificado a octavos de final gracias a la igualdad de Millonarios de Colombia 1-1 con Palestino. Más allá del resultado a lograr esta noche en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, la Academia apunta a sellar su boleto.
Al momento, el Tigre aseguró una bolsa de 3.220.000 dólares, y Bolívar, 3.330.000 dólares, montos por jugar la fase de grupos (3 millones de dólares) y por triunfo logrado (330 mil dólares).
Asimismo, los dos equipos quieren cerrar la semana tras debutar con éxito en el Torneo Clausura.
“Fue el primero en la lucha marcial” es uno de lo versos que destacan en el Himno a Cochabamba y que buscan reflejar el don de liderazgo de esta región, que hoy celebra 214 años del grito revolucionario de la Villa de Oropesa.
ENRIQUE VELAZCO RECKLING
el jueves antepasado, en una entrevista radial, un analista económico cuyo nombre no llegué a captar, partió “descalificando a las calificadoras” que han reducido la calificación de riesgo de Bolivia. Lamentó que las calificadoras, azuzadas por el capitalismo norteamericano, se ensañen contra una economía —la boliviana—, pero se hagan de la vista gorda sobre el “inminente default” de la economía estadounidense.
el jueves antepasado, en una entrevista radial, un analista económico cuyo nombre no llegué a captar, partió “descalificando a las calificadoras” que han reducido la calificación de riesgo de Bolivia. Lamentó que las calificadoras, azuzadas por el capitalismo norteamericano, se ensañen contra una economía —la boliviana—, pero se hagan de la vista gorda sobre el “inminente default” de la economía estadounidense.
RONNIE PIÉROLA GÓMEZ
Fue así como empezaron las miradas morbosas y los toqueteos bajo las sombras, siempre bajo la estela de lo prohibido y muchas veces ante las miradas huecas de los santos de yeso.
Por aquel tiempo nadie hubiese podido pensar que aquel clérigo de ojos buenos y sonrisa ligera era en verdad el depredador de turno que Dios le supo asignar a Leovigildo Allende.
Fue así como empezaron las miradas morbosas y los toqueteos bajo las sombras, siempre bajo la estela de lo prohibido y muchas veces ante las miradas huecas de los santos de yeso.
Por aquel tiempo nadie hubiese podido pensar que aquel clérigo de ojos buenos y sonrisa ligera era en verdad el depredador de turno que Dios le supo asignar a Leovigildo Allende.
En mis más de 30 años de ejercicio periodístico, pocas veces sufrí los efectos de una publicación como después del primer artículo de esta serie de opinión sobre los jesuitas.
En mis más de 30 años de ejercicio periodístico, pocas veces sufrí los efectos de una publicación como después del primer artículo de esta serie de opinión sobre los jesuitas.
RUDDY ORELLANA V.
Los caudillos populistas no son elegidos a través de procesos tradicionales de partido, sino que surgen de la ruptura de las reglas comunes, de la crisis, del oportunismo.
A los movimientos populares, sostiene el pensador Michel Foucault, siempre se les ha presentado como producidos por el hambre, los impuestos, el desempleo; nunca como una lucha por el poder, como si las masas pudieran soñar con comer bien, pero no con ejercer el poder.
Los caudillos populistas no son elegidos a través de procesos tradicionales de partido, sino que surgen de la ruptura de las reglas comunes, de la crisis, del oportunismo.
A los movimientos populares, sostiene el pensador Michel Foucault, siempre se les ha presentado como producidos por el hambre, los impuestos, el desempleo; nunca como una lucha por el poder, como si las masas pudieran soñar con comer bien, pero no con ejercer el poder.