Con chances intactas y resultados previos a su favor, The Strongest y Bolívar pueden dar esta noche el golpe sobre la mesa, cuando el primero reciba a Huachipato en La Paz (18:00) y el segundo visite a Flamengo en Río de Janeiro (20:30), ambos por Copa Libertadores.
El Tigre, actual monarca del fútbol boliviano, apunta a vencer al Acerero en el estadio Hernando Siles, resultado que lo alejará en la cima del grupo C con 10 unidades, aunque su boleto no estará confirmado hasta que Gremio complete su participación el 4 y 8 de junio, en partidos aplazados ante Huachipato y Estudiantes de La Plata, respectivamente, esto por la emergencia en Porto Alegre.
En el grupo E, Bolívar marcha líder e invicto con 10 unidades, además de estar virtualmente clasificado a octavos de final gracias a la igualdad de Millonarios de Colombia 1-1 con Palestino. Más allá del resultado a lograr esta noche en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, la Academia apunta a sellar su boleto.
Al momento, el Tigre aseguró una bolsa de 3.220.000 dólares, y Bolívar, 3.330.000 dólares, montos por jugar la fase de grupos (3 millones de dólares) y por triunfo logrado (330 mil dólares).
Asimismo, los dos equipos quieren cerrar la semana tras debutar con éxito en el Torneo Clausura.
“Fue el primero en la lucha marcial” es uno de lo versos que destacan en el Himno a Cochabamba y que buscan reflejar el don de liderazgo de esta región, que hoy celebra 214 años del grito revolucionario de la Villa de Oropesa.
¿Por qué pareciera que no tenemos futuro y que ante ese agotamiento solo queda imaginárnoslo? El futuro es una combinación moderada o desmedida de promesas y posibilidades que bosquejan, momento a momento, el tiempo ideal que queremos vivir, pero no llega, no se concreta, no se construye en todas sus fases y entonces solo se reduce a palabrerío interesado, en una suerte de alianza invisible, así como hoy está dada nuestra realidad, entre mentirosos y engañados.
¿Por qué pareciera que no tenemos futuro y que ante ese agotamiento solo queda imaginárnoslo? El futuro es una combinación moderada o desmedida de promesas y posibilidades que bosquejan, momento a momento, el tiempo ideal que queremos vivir, pero no llega, no se concreta, no se construye en todas sus fases y entonces solo se reduce a palabrerío interesado, en una suerte de alianza invisible, así como hoy está dada nuestra realidad, entre mentirosos y engañados.
Un día ordinario en Bolivia provee de suficientes evidencias respecto de la catastrófica situación en la que se encuentra el país. El primer ámbito de tal experiencia la viven todos y cada uno de los ciudadanos. Se produce en un acto recurrente en la cotidianidad, por encima de las diferencias que los distinguen.
Un día ordinario en Bolivia provee de suficientes evidencias respecto de la catastrófica situación en la que se encuentra el país. El primer ámbito de tal experiencia la viven todos y cada uno de los ciudadanos. Se produce en un acto recurrente en la cotidianidad, por encima de las diferencias que los distinguen.
Los resultados de la cumbre multipartidaria, aun cuando solo en el papel, habrían dado cierta certidumbre a los dos próximos y trascendentales procesos electorales. Las fuerzas políticas, así como los representantes de los poderes públicos del Estado, se comprometieron, en el acuerdo, a garantizar las elecciones judiciales y las elecciones generales de 2025, dejando en statu quo las elecciones primarias.
Los resultados de la cumbre multipartidaria, aun cuando solo en el papel, habrían dado cierta certidumbre a los dos próximos y trascendentales procesos electorales. Las fuerzas políticas, así como los representantes de los poderes públicos del Estado, se comprometieron, en el acuerdo, a garantizar las elecciones judiciales y las elecciones generales de 2025, dejando en statu quo las elecciones primarias.
GONZALO MENDIETA ROMERO
En enero de 2001, el Tribunal Constitucional cerró la puerta a una asamblea constituyente, porque no estaba prevista en la Constitución. Era cierto, pero de paso complacía a los barones de la política. Poco después, la constituyente fue incluida en la anterior Constitución por una reforma adoptada por la presión popular.
En enero de 2001, el Tribunal Constitucional cerró la puerta a una asamblea constituyente, porque no estaba prevista en la Constitución. Era cierto, pero de paso complacía a los barones de la política. Poco después, la constituyente fue incluida en la anterior Constitución por una reforma adoptada por la presión popular.