En 2008, Evo Morales expulsó a la DEA, acusándola de espiarlo, incluso durante visitas a sus parejas, según un cable de WikiLeaks. El entonces viceministro Felipe Cáceres afirmó que Morales estaba “molesto” por esta vigilancia.
El informe filtrado señala que la expulsión fue comunicada por Cáceres a funcionarios estadounidenses, quienes recibieron la explicación como una muestra de descontento personal del mandatario. El cable también resalta las tensas relaciones entre Bolivia y EEUU en materia de cooperación antidroga.
Morales justificó la medida acusando a la DEA de apoyar un supuesto golpe de Estado vinculado a protestas en regiones opositoras.