En 2019 se quemaron más de 2 millones de hectáreas de bosque chiquitano en Bolivia y se estima que el fuego mató a 5,9 millones de animales silvestres y causó gran pérdida de flora. Un estudio realizado en el área demostró que los murciélagos cumplen un rol importante para la regeneración natural del área quemada a través de la dispersión de semillas.
Los resultados del estudio denominado la “Importancia de los murciélagos frugívoros en la regeneración de los bosques: Un caso de estudio en el bosque seco chiquitano de Bolivia” forman parte de la primera fase del proyecto “Bases del conocimiento para la restauración”, en la “Evaluación del impacto del fuego sobre la biodiversidad”.
El estudio se realizó en 2021 por la Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano junto con el Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado (Mhnnkm), con fondos del Gobierno de Canadá.
El investigador Luis Acosta indicó que las instituciones querían conocer cómo respondía la fauna y la flora del bosque chiquitano tras el incendio, además de investigar la reacción de los mamíferos antes y después de los incendios.
Para el estudio, los biólogos recolectaron 34 muestras de heces fecales de 93 murciélagos, de 10 especies diferentes. De este número, sólo siete fueron capturados en las áreas quemadas del bosque chiquitano.
Una sola muestra de un murciélago de la especie Platyrrhinus lineatus tenía 893 semillas. En otras muestras, se encontraron hasta cuatro morfotipos de semillas. Estos resultados aportan indicios sobre la importancia que tienen los murciélagos frugívoros en la regeneración natural de los bosques.
“En áreas quemadas, esto ayudaría muchísimo para que se regeneren las áreas quemadas. Encontrar esta cantidad de semillas en una sola muestra nos da la idea de que un murciélago tiene la capacidad de dispersar ese número tan alto de semillas. Si de tal cantidad logran germinar sólo el 50 por ciento, tendremos más de 400 plantines”, explica Acosta.
Ahora, el grupo de investigadores quiere conocer los índices de sobrevivencia de estas semillas dispersadas, para entender la recuperación de bosques que sufrieron incendios forestales de gran escala en los últimos años. Los resultados generados en esta fase serán fundamentales en la toma de decisiones y manejo enfocado a la conservación del bosque seco chiquitano, señala el estudio.
“Queremos conocer el proceso de germinación de las semillas que pasan por el tracto digestivo del murciélago y su porcentaje de germinación. Esto ayudará a tener una idea más exacta de la contribución de la especie para poder recuperar áreas quemadas”, dice Acosta.
Gracias a su capacidad de vuelo y de movilidad, los murciélagos frugívoros son considerados como los principales aliados del bosque, ya que dispersan las semillas de la vegetación primaria y secundaria, logrando introducirlas en el bosque con diferentes grados de sucesión.
El estudio fue publicado en 2023 y se difundió en un congreso de mamíferos en Santa Cruz. Los investigadores y las instituciones tienen previsto seguir con este tipo de investigaciones y monitoreo a largo plazo para determinar con qué otras plantas ayudan los murciélagos en la recuperación del bosque, pero se requiere financiamiento.
Los investigadores ya conocían de estudios de países vecinos sobre la importancia del murciélago para la regeneración natural de áreas quemadas, pero no se había hecho ningún estudio en Bolivia, por lo que el estudio de 2021 es el primero en el país en investiga el aporte de esta especie en la regeneración del bosque chiquitano.
“Los murciélagos son buenos aliados para la regeneración de áreas que han sufrido disturbios, ya había literatura que decía aquello, pero son trabajos de otros países, y con este estudio en Bolivia se ha podido corroborar que los murciélagos ayudan en la regeneración de áreas quemadas. Sólo nos falta ver el porcentaje de variabilidad de germinación de semillas”, concluye Acosta.
Los murciélagos son fundamentales en la regeneración de áreas quemadas, se alimentan de frutas y son grandes dispersores de semillas. “Mientras vuelan a otro lugar, defecan lo consumido y las semillas caen en nuevos micrositios donde empiezan a crecer. Más de 500 especies de plantas son dispersadas por murciélagos, por ejemplo, un murciélago llamado Carollia puede comer frutos del mático y dispersar hasta 60 mil semillas por noche de esa planta”, afirma el investigador Luis Aguirre.
APORTE
Los murciélagos son mamíferos que aportan grandes beneficios para el bienestar humano, pues son polinizadores especialmente de cactáceas, son dispersores de semillas y el 70 por ciento de éstos son controladores de plagas. Si se extinguieran, en sólo tres meses la humanidad se quedaría sin cultivos.
También existen murciélagos que se alimentan de peces y ranas. De todas las especies de murciélagos del mundo, solamente hay tres que se alimentan de sangre, y de ésas, sólo una se alimenta de sangre de mamífero, que es el vampiro común.
Estos mamíferos tienen una mala fama que no merecen, y no se considera la importancia tan grande que tienen para la sostenibilidad de los ecosistemas, los cuales no podrían sobrevivir sin su presencia.
En Bolivia se tienen registradas más de 133 especies de murciélagos y, con el pasar del tiempo, se descubren nuevas. En 2022 se encontró una nueva especie de murciélago en los llanos de Moxos. En 2014 se conoció la especie de murciélago dorado (Myotis midastactus) que sólo se encuentra en Bolivia.
Acosta señala que ninguna especie de murciélago se encuentra amenazada en Bolivia, por lo que la población de esta especie es abundante y estable.
La gente no los conoce y les dan mala fama. Como son nocturnos, creen que son malos o chupan sangre, y los matan pensando que son vampiros y desconocen la importancia que ellos tienen. Estos mamíferos son fundamentales para el bosque y la salud humana porque consumen mosquitos”, dice.
El biólogo indicó que hay una gran diversidad de murciélagos en Bolivia. “Los murciélagos no son ratones. Tienen una diversidad tan grande, son polinizadores; el tequila es polinizado por un murciélago: si no hay murciélago, no hay tequila. Hacen lo mismo que el picaflor porque hay flores que se abren sólo de noche. Además, controlan plagas al comer insectos; otros se alimentan de aves, ratones, lagartijas, peces. El mundo de los murciélagos es sorprendente y esa diversidad se da sólo en el continente americano”, explica.
INCENDIO
Un informe de la ONG Fundación Amigos por la Naturaleza (FAN) señaló que, entre enero y noviembre de 2019, se quemaron 6,5 millones de hectáreas de bosque en Bolivia, de esa cifra, aproximadamente 2 millones de hectáreas pertenecen a bosques chiquitanos.
“Los incendios afectan directamente a la flora, al quemar a los individuos de todas las especies, sin distinción. Algunas especies están adaptadas al fuego y pueden rebrotar sin mayor problema, incluso algunas especies requieren la acción del fuego para acelerar la germinación de sus semillas. Sin embargo, las pérdidas a nivel poblacional y comunitario pueden ser muy altas”, dice el investigador Luis Pacheco.
La resistencia y resiliencia de los ecosistemas a la acción del fuego difiere, pero si el fuego actúa frecuentemente y la intensidad del mismo es muy alta, no habrá ecosistema que pueda repararse, al menos de forma rápida y natural, señala el investigador.