En 2015, un grupo de mujeres aymaras decidió cumplir su sueño, y pese a las dificultades en el camino, con sus polleras coloridas y trenzas largas, lograron conquistar, a la fecha, más de 12 cumbres de más de 6 mil metros de altura en Bolivia. Se trata de Las Cholitas Escaladoras que, también hace unos días, hicieron cumbre en el volcán Misti, en Perú, y participaron en una carrera de montaña, en Chile, como parte de su preparación para su más grande reto de 2025: llevar la tricolor al techo del mundo, el Everest, con tres mensajes.
Elena Quispe, Julia Quispe, Alicia Quispe y Pacesa Alaña son las montañistas aymaras que ascendieron el Misti vestidas con sus polleras y su aguayo (manta rectangular en la espalda). La Revista Oh! entrevistó a Elena Quispe, una de las integrantes de Las Cholitas Escaladoras de Bolivia y también protagonista de la película “Cholitas”, quien narra su travesía en las montañas bolivianas y en las de Perú, y su camino hacia el Everest.
Elena recordó que el grupo se fundó el 2 de diciembre de 2015 y actualmente son 14 cholitas escaladoras que son de la comunidad Chucura, una zona turística, aunque ahora la mayoría vive en la ciudad de El Alto. Antes de sumarse a Las Cholitas Escaladoras, las integrantes trabajaban como cocineras de alta montaña, en el sector de turismo, de ayudantes, hasta que decidieron dar un paso al frente y probar que podían alcanzar la cumbre por sí mismas.
“Esto comenzó como un desafío”, comenta Elena y recuerda cuando la invitaron a escalar el Huayna Potosí, una montaña que había visto desde niña, sin imaginar que un día la conquistaría. No dudó en aceptar el reto. “Yo soñaba en poder escalar y muchas veces me preguntaba, ¿qué habrá en la cima? ¿Por qué llegan tantos turistas? Así me animé”, recuerda.
Luchar contra la discriminación hacia la mujer de pollera fue la principal motivación de estas mujeres reconocidas mundialmente por ser las primeras en practicar montañismo con su vestimenta típica. “Queríamos romper esos estereotipos y demostrar que para las mujeres no hay límite”, remarca.
Montañas conquistadas y nuevas metas
Con la misma pasión que las impulsó a iniciar, las Cholitas ya conquistaron más de 12 montañas de 6.000 metros en Bolivia, además de otras cuatro en Chile y el Aconcagua, la más alta de Sudamérica, con alrededor de 20 kilos cada una, con todo el equipo necesario para estos deportes extremos y sin problemas por la altura.
Recientemente, hicieron cima en el volcán Misti, en Perú, como parte de su preparación para escalar el Everest, a 8.849 m, en 2025. “Llegamos al volcán Misti con el equipaje cargado, caminamos diez horas el primer día hasta campo alto, acampamos y continuamos hasta la cumbre a las tres de la mañana del siguiente día. A las 9 de la mañana, hicimos cumbre las cuatro cholitas. Hacía mucho calor, pero lo logramos y el paisaje era increíble”, describe Elena y recuerda la gran cruz que encontraron en la cima.
Preparación para llegar al techo del mundo
Con la meta de conquistar el Everest, las Cholitas están enfocadas en su preparación. “La preparación es física y mental”, comenta Elena. Señala que constantemente entrenan en las montañas bolivianas, especialmente en el Huayna Potosí. Además, tienen previsto viajar a Chile para realizar una intensa fase de entrenamiento. “Nos dijeron que para el Everest tenemos que prepararnos un año completo, y estamos en eso, emocionadas y motivadas, sin rendirnos”, asegura.
Para este ascenso, cada Cholita necesita reunir aproximadamente 60.000 dólares, por lo que lanzaron una campaña de recaudación de fondos en Facebook e Instagram. También suben con grupos de turistas al Huayna Potosí. Asimismo, para que su hazaña quede en la historia, Elena menciona que están en conversaciones para filmar un documental sobre su travesía, con la ayuda de directores de Canadá y Estados Unidos que llegarán en dos meses al país.
“Queremos llevar tres mensajes a la cima del Everest: alto a la violencia, al feminicidio y a la discriminación. Queremos que las mujeres sepan que también pueden soñar y lograr lo que quieran luchando”, afirma Elena, quien adelantó que su gran reto se prevé cumplir a mediados de 2025. “Antes, las mujeres estábamos en casa cuidando a los hijos, cocinando, pero ahora podemos hacer lo mismo que los hombres: trabajar, escalar, lograr nuestras metas”, expresa con orgullo.
Manteniendo las tradiciones
Cada escalada empieza con un ritual de respeto hacia la montaña, comenta. “Siempre llevamos hojitas de coca y un poquito de alcohol para pedir permiso a la Pachamama, que nos reciba bien y nos deje retornar”, dice.
Para Elena y sus compañeras, cada cima les recuerda que el límite está sólo en la mente. “Cuando llego a la cumbre, siento una libertad indescriptible con las montañas que parecen pintadas de colores y como si el mundo entero estuviera a mis pies y nadie pudiera alcanzarme”, describe emocionada. “Desde allí, hasta el avión pasa más abajo y me doy cuenta de que soy capaz de mucho más”, reflexiona.
Aunque el viento y el frío son los principales enemigos de estas aguerridas mujeres, cuyas edades oscilan entre los 27 y 41 años, las Cholitas Escaladoras siguen adelante. A través de su historia, inspiran a todas las mujeres a superar barreras, conquistando no sólo montañas, sino también sus propios límites.