Medio millón de hectáreas es lo que se cuantifica en más de mes y medio bajo el asedio del fuego en todo el país, con más de 31 incendios, repartidos en tres departamentos, sobre todo en Santa Cruz, municipios de Roboré, San Matías y San Javier.
El fuego ha ido avanzando en todo este tiempo, El Gobierno y la Gobernación movilizaron más de 3.000 bomberos y voluntarios, pero toda la ayuda hasta la fecha ha sido insuficiente.
En rigor, hasta ayer, se cuantificaban 444.000 hectáreas quemadas, pero, en cifras redondas, se puede hablar ya medio millón. Para quienes necesiten hacer comparaciones, la cifra es el equivalente a 1 millón de canchas reglamentarias de fútbol.
Con las quemas en el Parque Nacional Tunari y Pocona, Cochabamba “aporta” a este infierno algo más de mil hectáreas quemadas (unas 2 mil canchas de fútbol).
Entre agosto y septiembre de 2019, Santa Cruz ha sufrido la mayor crisis ambiental ocasionada por los incendios forestales. La superficie quemada alcanzó 3,6 millones de hectáreas, lo que equivale al 9,6 por ciento del territorio cruceño y representó el 72 por ciento del total de superficie afectada por el fuego a nivel nacional.
Y así, podemos ir contando hectárea tras hectárea, pues otra cosa no se ha podido hacer, salvo esperar que las autoridades apliquen las suficientes medidas de contingencia, pues para prevención una vez más ya es tarde.
En cuanto a medidas de sanción, la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT) emitió 131 citaciones de comparendo para procesos administrativos e inició 17 procesos penales en el territorio nacional (16 en Santa Cruz y uno en Beni). Además, a nivel nacional hay 131 citaciones de comparendo emitidas para el inicio del proceso administrativo sancionatorio, de los cuales 81 están en de Santa Cruz. Son cifras que, de alguna manera, pueden mostrar que algo se hace como medida punitiva frente a los incendios.
En Roboré están plenamente identificados los tres casos, en dos propiedades privadas y una comunidad campesina. En Guarayos, dos personas fueron encontradas en flagrancia en plena actividad de incendio y con gasolina en su poder. Son casos que demuestran que se tratan de episodios de fuego plenamente provocado por intervención humana, sea para ampliar la mancha urbana, como en el caso del Parque Tunari, sea para la expansión de tierras agrícolas, como en Santa Cruz. Osea, nada nuevo.
Por ello, mientras no se asuman medidas concretas contras propietarios de tierras en oriente y con impulsores de urbanizaciones en áreas protegidas nada cambiará y seguiremos teniendo estos reportes de hectáreas quemadas año, tras año. Calculando en qué gestión se quemó la mayor cantidad.