La victoria, muy relativa, de Javier Milei en las PASO argentinas provocó la reacción previsible en cierta prensa que se pretende moderna y progresista. Se les ha ocurrido, sin pensarlo mucho obviamente, que el caballero es de la “ultraderecha”.
¿De dónde sale semejante locura? En cualquier caso, es interesante constatar que Lula aparece siempre en los mismos medios como esforzado “obrero”, y el caudillo fugado, ese enfermo, es descrito aún como pobre y honesto campesino.
Es triste constatar la pereza intelectual de ciertos periodistas. Sin sorpresas, nuestros intelectuales repiten estas tonterías. Es natural en esta nuestra lejana provincia, siempre tan entusiasta para repetir ciertas modas ideológicas, pero esta vez es una sinvergüenzura.
Muchos de los que nos advierten del peligro que representa Milei votaron por Evo Morales y lo justificaron hasta la más absoluta indignidad, con perruna admiración y aberrante servilismo. Es cierto que varios terminaron decepcionados, sobre todo cuando no recibían las prebendas esperadas, pero su alejamiento fue siempre tardío e interesado. Y mejor ni menciono cómo los seguidores de Morales, en particular en las clases medias ilustradas, ocultaron y hasta perdonaron las inclinaciones perversas del expresidente. Saben a qué me refiero. Conocían la verdad y aun así votaron por ese personaje.
Entonces, me cuesta tomar en serio a estos loquitos cuando me advierten sobre el peligro que representaría Milei. ¿No vieron el peligro que representaba Morales o prefirieron callar por conveniencia? ¿Tampoco se dieron cuenta de que Ortega, Chávez y Kirchner eran unos criminales?
Cuando escuchen o lean a estos loquitos, evidentemente de izquierda, recuérdenles, por favor, sus antiguos afectos políticos. Quizás así dejan de darnos lecciones de moral y progresismo. Tremendos caraduras.