La decisión de utilizar agua de la represa de Misicuni y de otras fuentes para llenar la laguna Alalay sigue generando repercusiones. Ayer, los representantes de varias cooperativas de agua de la zona sur y usuarios de Semapa se reunieron en la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) para asumir medidas y solicitar una auditoría técnica.
Hace una semana, la Alcaldía realizó una prueba hidráulica para llenar la laguna con agua a través de ductos en el sector noroeste. El origen del líquido fue cuestionado por algunos vecinos, quienes incluso denunciaron que se trataba de agua potable. Sin embargo, desde la Alcaldía se informó que es agua de escorrentía y que buscan también agua cruda de Misicuni, como otra fuente para recuperar la laguna.
Ante esta situación, las cooperativas del Distrito 14 y un grupo de vecinos otras zonas resolvieron exigir a la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Agua Potable (AAPS), a la Gobernación, a la Brigada Parlamentaria, a la Asamblea Departamental y a la Defensoría del Pueblo que realicen una auditoría técnica sobre el uso de agua para llevar a la laguna, los ductos, el tipo de agua, el caudal, el volumen y la legalidad.
Asimismo, proponen la creación de una nueva operadora descentralizada de agua.
El presidente de las cooperativas, David Choque, subrayó que no se oponen a la recuperación de la laguna, pero piden que la Alcaldía brinde datos técnicos para esclarecer el tema; caso contrario, advierten con movilizaciones desde febrero.